El gamo de A Coruña tiene dueño

Susana Acosta
Susana Acosta CULLEREDO / LA VOZ

A CORUÑA

El dueño del gamo saluda al veterinario de la Xunta que lanzó un dardo tranquilizante al animal para poder trasladarlo a la finca de la que se escapó.
El dueño del gamo saluda al veterinario de la Xunta que lanzó un dardo tranquilizante al animal para poder trasladarlo a la finca de la que se escapó. césar quian< / span>

El propietario del animal lo recogió de un pazo de Culleredo en el que se había colado después de darse un garbeo por la parroquia de Vilaboa

24 oct 2014 . Actualizado a las 10:31 h.

Que un gamo se pasee a sus anchas por el casco urbano ya empieza a ser algo normal en A Coruña y sus alrededores. Y si no que se lo pregunten a los vecinos de Vilaboa, en Culleredo, que ayer por la mañana observaron pasmados cómo el animal que se había dejado ver por A Coruña, se paseaba plácidamente por la carretera N-550 y paraba delante de la sucursal de Correos.

La presencia del animal en plena calle despertó todo tipo de bromas entre los vecinos, pero imaginaciones aparte, lo cierto es que el animal se paseó a sus anchas por el municipio de Culleredo, hasta que vio la puerta abierta de un pazo. Y allí se quedó toda la mañana mientras la Policía Local daba aviso a un vecino de la Zapateira, ya que los agentes tenían ciertas sospechas de que el animal pudiera pertenecerle.

Ese vecino era Santiago Sánchez, que efectivamente confirmó que el gamo era suyo: «No sabía que ya había estado en A Coruña. De eso me enteré esta tarde -por ayer-, porque me lo dijo la policía. En el censo oficial tengo un gamo. Y ese es el que está en mi finca, por eso a mí no me faltaba ninguno. Este debe ser de los que se escaparon hace tres o cuatro meses. Y debió de estar todo este tiempo vagando por ahí», explicó este vecino, que aclaró que llegó a tener once ejemplares censados en su finca y que a este ya lo había dado de baja. «Se escaparon porque entraron perros de caza en la finca, pero conseguimos recuperar tres, aunque ya murieron», aclaró mientras agradecía el buen trato recibido por la Policía Local y por el concejal de seguridad del Concello de Culleredo.

La aventura del animal terminó cuando un veterinario de la Xunta procedió a lanzarle un dardo tranquilizante para poder desplazarlo a la finca de la que nunca debió haber salido. Ahora el gamo, que no tiene nombre, bien merece ser bautizado por su osadía.

Un veterinario le disparó un dardo tranquilizante al gamo para poder trasladarlo