Los intervinientes coincidieron ayer en las oportunidades que se abren en torno a una infraestructura que Pastor definió como «un hub atlántico con una posición privilegiada», y también en las dificultades técnicas para llevarlo a cabo. «Non había precedentes en Europa dun proxecto semellante», dijo Feijoo.
Pero por encima de la vertiente técnica y económica ayer hubo un recuerdo especial para los cinco operarios fallecidos durante el desarrollo de unos trabajos iniciados en el año 2005. A Manuel Martínez Alvarellos, Esteban Estevo Méndez, José Furelos Taboada, José Ramón Fernández Maza y Emilio José Amigo Díaz y a sus familiares rindió homenaje el presidente de la Autoridad Portuaria.
El alcalde, por su parte, destacó la mejora para el medio ambiente y para la ciudad que supone Langosteira: «Vamos a poder sacar el petróleo de la ría y el viejo oleoducto de la ciudad», dijo. El regidor de Arteixo tuvo un sentido recuerdo para sus padres y abuelos que se dedicaron a la agricultura en los terrenos de Suevos y Rañobre que hoy ocupa el puerto y al que nunca vieron, dijo, como un enemigo.