«Todos compramos un Renault 21»

A. Mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Placeras del mercado de Lugo celebran un 2º premio en el 2004.
Placeras del mercado de Lugo celebran un 2º premio en el 2004. C. q.< / span>

Fueron muchos los coruñeses tocados por la fortuna. Ninguno dejó de trabajar

21 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

En 1903, en algunos escaparates de la calle Real se colocaban pizarras con los números premiados que iban llegando por telegrama desde Madrid. Eran otros tiempos. También eran otros premios. Fue aquel año cuando tocó el primer gordo en A Coruña, que repartió cinco millones de aquellas pesetas. Al principio, nadie sabía quién se los había llevado.

Tras muchas pesquisas, los periodistas dieron con el lotero. Su nombre era Fernando Mera y su administración estaba en la calle Sánchez Bregua. Los periódicos dan cuenta de cómo reaccionó:

-¿El premio gordo aquí? ¿Qué número? ¿El 20297? ¡Pues no está en A Coruña!

-¿Eh?

-¡Va en Cuba!

¿Qué pasó? La administración de Sánchez Bregua adquirió cinco billetes para el sorteo de Navidad. El número estuvo varios días expuesto en el escaparate y nadie lo adquirió. El 19 de noviembre entró «un sujeto desconocido, forastero en apariencia», que solicitó tres billetes enteros. Se lo llevó completo. Al día siguiente de hacerse con el número premiado partió rumbo a Cuba en el barco de vapor Alfonso XII.

Medio siglo después hubo que esperar para el siguiente gordo. Fue en 1952 y el pellizco fue de 90 millones de entonces. Luego vendría la de 1958. Cuando el periodista de La Voz le preguntó al lotero quien se había llevado ocho series del gordo, respondió: ««Puedo asegurarles que toda Galicia saldrá beneficiada». Se trataba de Barrié de la Maza.

En 1986 fue el de la Refinería. «A pie de fábrica te venían a vender los coches», explicaba a La Voz Juan José Bello, uno de los agraciados. La gran mayoría se decantó por los Renault 21. Llegaron a venderse cincuenta unidades en el complejo de Bens. «Todos tenían la matrícula con las letras AF, que asociaron a A Favorita, la administración donde se compraron los números», explicaban.

Entre los agraciados con 200.000 euros por décimo del gordo del 2003 había dos chicas jóvenes, dos jubilados que pasaron rápidamente por la mañana por la administración y una mujer de mediana edad: «Me llamó mi madre para decírmelo y vine a ver si era verdad. Voy a continuar con mi vida de siempre», contó bañada de champán.

Y el sorteo de Navidad del año 1985 es recordado en Curtis como el día de la fortuna. Esta recaló en la localidad en forma de 225 millones de pesetas procedentes de nueve décimos venidos de Valencia con el número 63369. Y todo gracias a Román Cases, un valenciano de origen llegado a Curtis, que repartió entre sus amigos los décimos.

tras la huella de la suerte