El gordo casi siempre toca en el Agra

Alberto Mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Dos de las seis veces en las que el primer premio de la lotería de Navidad sonrió a la ciudad fue a parar a las administraciones de Fuente Álamo y Alcalde Lens

21 dic 2014 . Actualizado a las 12:41 h.

La lotería de Navidad es ese sorteo al que más juegan los españoles y cuando el gordo cae en A Coruña -lo hizo en seis ocasiones-, casi siempre es en el Agra do Orzán. Las dos últimas veces fue en el 2003, en una administración de la calle Fuente Álamo, y en el 2012, en un despacho de Alcalde Lens. Claro que tampoco fue una borrachera millones. La lotera de Fuente Álamo había vendido solo una serie del 42473. Es decir, 2 millones de euros. Mucho menos repartió el gordo del 2012, que fue un único décimo que hizo 400.000 euros más feliz a la persona que lo compró. Era bonito: 76058.

Mucho más suculentos fueron los otros cuatro gordos que cayeron en la ciudad. Uno de los más recordados, sino el que más, es el de la Refinería, en 1986. No pudo ser más repartido. Fueron 42 millones de euros (6.988 millones de pesetas de la época) gracias al número 56320, vendido en la Favorita.

Barrié de la Maza, agraciado

No había habido otra fiesta igual en la ciudad desde 1958, cuando seis de las siete series del gordo de Navidad de aquel año habían sido vendidas en El Gato Negro, en la calle San Andrés. ¿A quién? Nada menos que a Barrié de la Maza, que se embolsó 180 millones de pesetas de la época.

Seis años antes, seis series del gordo de Navidad fueron adquiridas en Madrid para repartir entre los funcionarios de la Delegación de Abastecimientos y Transportes de A Coruña. En total, fueron 90 millones de pesetas (540.910,89 euros).

A poco de comenzar el siglo XX, en 1903, tocó el primer gordo en Galicia, que fue para A Coruña. Eran cinco millones, una importante suma en aquella época. Tras las pesquisas de la prensa local, pronto se supo que el dinero era para un forastero que partió en el vapor-correo Alfonso XII con rumbo a Cuba. El décimo se lo había vendido un lotero que tenía su administración en Sánchez Bregua.

Estos han sido los seis gordos que tocaron en la ciudad desde que existe la lotería de Navidad, que fue en 1892; si bien en 1812 se sorteó algo parecido. Pero no solo los primeros premios dejaron una millonada en el último siglo. En los últimos 20 años, hubo segundos, terceros, cuartos y quintos que también colmaron de felicidad a miles de coruñeses. Una de esas ocasiones sucedió en la Navidad del 2002. El despacho de lotería del centro comercial Los Rosales repartió nada menos que 4 millones de euros en el 2002. Y eso que solo era un quinto premio. También fue un jolgorio de dinero el sorteo de 1996. Dos administraciones de la ciudad, La Favorita y el As de Oros repartieron 360 millones entre sus clientes de sendos quintos premios.

El 00091, cuyas tres últimas cifras coinciden con la sala policial, lo jugaron decenas de agentes del cuerpo. Una conocida gestoría coruñesa también se llevó un buen pellizco. Muchos más millones se llevaron los agraciados con el segundo premio de la lotería de Navidad un año antes. El lotero de Alcampo vendió décimos que reportaron a sus compradores un total de 144 millones.

Luego hubo años que nada de nada, que ni un mísero décimo de un quinto premio. Eso, en las dos últimas décadas, ocurrió en 1999, el 2011 y el 2013.

¿Y cómo va la suerte por barrios? Pues hay algunos que bien (Cuatro Caminos, Agra, Los Rosales, Ensanche y Pescadería); otros que no se pueden quejar (plaza de Pontevedra y de Lugo), y otros en los que parece que se posó la mala suerte, donde nunca tocaron nada más allá que pedreas, como Monte Alto, los Mallos, los Castros o Elviña. No es que los que habitan esas zonas de la ciudad no vieran en su vida un premio mayor pasar por sus dedos, pues sí que los ha habido e, incluso, algunos muy afortunados. El tema es que lo que les ha tocado lo han tenido que comprar en otros barrios.

La suerte en la comarca

Si miramos hacia el área metropolitana, en los últimos veinte años, solo Culleredo (el 2000 y el 2012), Carral (1998 y el 2011), Cambre (el 2010), Oleiros (el 2007) y Arteixo (1998) fueron tocados por la magia de algún premio. Así, en 1998, un quinto premio fue a parar a manos de los clientes de la panadería Pedro, en Carral, que se llevaron 150 millones de pesetas. Ese mismo sorteo hizo feliz a veinte clientes de la administración número 1 de Arteixo, que se llevó cada uno un décimo de un tercer premio (72 millones de pesetas en total).

En el 2000, la librería Vilaboa (Culleredo) repartió 72 de los 102 millones de euros que dejó en la ciudad un tercer premio. No hubo un premio mayor en la comarca en los siguientes años. Hasta que en el 2007, la administración de Oleiros repartió 50.000 euros de un quinto premio. En el 2010, la suerte viajó a Cambre, con un quinto premio, y en el 2011, regresó de nuevo a Carral, con apenas 6.000 euros de otro quinto premio. Y por último, en el 2012, la administración de O Burgo llenó de alegría al club Portazgo. En el mismo año también cayó el tercer premio con el 64084 en Arteixo.

Solo uno repite

Y de los seis números que en su momento acercaron la fortuna del 22 de diciembre hasta A Coruña, tan solo uno puede adquirirse en una administración de la ciudad. Únicamente la número 14, La Florida, situada en el mercado de la plaza de Lugo, dispone -mejor dicho, disponía- de décimos en los que figure estampado uno de los números premiados con el gordo de Navidad en la historia de la ciudad. Como ocurre todos los años, el 25766, el que tocó en las Navidades de 1952 a los del gremio de transporte de la ciudad. Algunos décimos los compró -siempre lo hace- un descendiente de uno de los agraciados en 1952.

El resto de los números que fueron «gordos» y que tocaron en la ciudad, ya no se ven por aquí. Así, el 20297, que sonó en el salón de loterías de 1903, solo se puede comprar Lleida, Madrid y Valencia. Y el 33704, que hizo a Pedro Barrié de la Maza más millonario de lo que ya era en 1958, hay que ir a buscarlo a administraciones de Álava, Córdoba, Granada, Jaén, Lleida, Madrid, Málaga o Pontevedra.

El 56320, el que llenó de júbilo la Refinería en 1986, no aparece por ningún despacho coruñés. La Favorita, que fue el que lo vendió aquel año, ya no lo vende. Hay que ir a comprarlo a Alicante, Cádiz, Girona, Madrid, Málaga, Toledo o Valladolid. Lo mismo ocurre con el 42473, que dejó dos millones en el 2003 y la administración que los repartió, la de Fuente Álamo, ya no lo juega. Lo juegan en Valencia y Cádiz. Y el último, el 76058, agraciado en el 2012, solo se puede adquirir en Vizcaya.

tras la huella de la suerte