El volátil escenario político hace que muchos miren ahora a María Pita con otros ojos
25 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Hasta no hace mucho tiempo la alcaldía de A Coruña era un menú que degustaba el PSOE en exclusiva y que, tras muchos años a las puertas, el PP pudo al fin catar hace cuatro años. Aspiran a seguir haciéndolo, pero en el banquete se han plantado nuevos invitados -y otros que ya lo estaban- que también quieren hacerse con un hueco en la mesa. Más ingredientes para el mismo plato.
Si tradicionalmente PP y PSOE condenaban al resto a pasar hambre, con ocasionales tapitas al BNG, desde las pasadas europeas las cosas han cambiado. La irrupción de Podemos dejó claro que el bipartidismo se tambalea en España. Eso sí, lo hace por la izquierda, pues en la derecha la única oferta es la ya conocida.
Las ganas de Podemos, con todo, por ahora no salen de Madrid, pues el partido de Pablo Iglesias ya dijo que no se presentarán a las municipales. Con todo, la formación, ya constituida y con cabeza en A Coruña, anunció su apoyo a la Marea Atlántica, un fenómeno político surgido al calor de los nuevos tiempos que busca canalizar el cabreo generalizado para llevar al frente a la alcaldía. No es un partido, sino una confluencia de fuerzas, y lo tendrá complicado en una ciudad en la que las encuestas siguen llevando a Negreira al borde de la mayoría absoluta.
Tiempos largos
La organización, además, maneja unos tiempos muy largos y su proceso para constituir una candidatura va lento. Ellos, aún así, lo fían todo al programa, y no al candidato, obviando el hecho de que en unas municipales la figura que encabeza una lista es el responsable último de gran parte de los movimientos del electorado. Que le pregunten al PSOE.
En la ecuación coruñesa habrá forzosamente cambios, porque EU ya anunció que no presentará candidatura propia, sino que irá con la Marea. Esquerda Unida pasó de 7.000 votos en las últimas municipales, está por ver qué hará su electorado, si mantendrá la apuesta en el frente de la Marea o se moverá hacia otras partes.
Los únicos ajenos a los movimientos son los nacionalistas. Ellos no cambiarán de moldes en su carrera electoral. Seguirá a la suyo y ya se verá qué pasa tras las elecciones.
Por el momento las cosas están verdes y de las cinco formaciones más pequeñas que se presentarán solo se sabe el nombre de dos candidatos, Yago Folla y Carlos Marcos. El resto está todavía en el aire, incluyendo a EU, que también tiene su proceso de primarias abierto.
Es más, en el caso de la Marea no fue posible hablar con un representante que, como tal, pudiera poner rostro a la formación.
La filosofía del grupo la resume Iago Martínez. En febrero tendrán definido su proceso de primarias, pero por el momento no hay un portavoz fijo que dé la cara oficialmente por el frente. Iago Martínez cuenta que ya suman siete partidos (Compromiso por Galicia, Anova, EU, Podemos, Equo, Partido Humanista y Espazo Ecosocialista). «Vivimos unha situación de emerxencia social e ademais de dar a batalla nas rúas hai que dala nas institucións», dice. El objetivo es ganar y «producir máis democracia». Quien represente a la formación está por ver: «Coido que debería ser unha persoa de consenso e que non represente a ningunha das partes que conflúen na Marea», dice.
No se sabe cómo funcionará esa confluencia de fuerzas. Ni siquiera está confirmado que Podemos los vaya a apoyar, algo que dan por hecho. Los tiempos que manejan ambos son lentos, pero las municipales se acercan a toda velocidad. La duda está en si tendrán margen suficiente para organizar una candidatura firme o si el proceso se atascará por el camino. Ellos tienen claro que los ciudadanos deben decidir y eso requiere tiempo. También decidirán en mayo.