Los furtivos se adueñan de la ría

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

CESAR QUIAN

Una nueva invasión de ilegales en O Burgo se llevó unos 200 kilos de marisco

27 ene 2015 . Actualizado a las 04:46 h.

Ni se esconden ni disimulan. Lo hacen con descaro. A plena luz del día y desafiantes. Y les da igual que en el mar estén los mariscadores como que no lo estén. Ellos se meten al agua igual, en medio de los legales, sin miedo a nada ni a nadie. Ni a los reproches de la cofradía ni a las lanchas de vigilancia de la Xunta o de la Guardia Civil, que «casi nunca van». Lo dice siempre el presidente de la agrupación de mariscadores de a pie, Manuel Baldomir, y ayer lo tuvo que volver a repetir porque durante toda la mañana vio impotente como unos 20 furtivos esquilmaban la ría. Allí estaba la lancha de vigilancia privada de los mariscadores, que se puso en contacto con la Xunta y con la Guardia Civil para que acudieran a la ría a echar a los ilegales y por allí nadie apareció. ¿Por qué? Según les confesaron, era domingo y no tenían efectivos. La agrupación de mariscadores de a pie de la ría de O Burgo lamenta que la constante e intensa acción de los furtivos agrave la ya de por sí complicada tarea de extracción, en una ría que arrastra crónicos problemas de contaminación. «De vez en cuando hay una redada para salir en los medios y eso no sirve para nada. Aquí siguen acudiendo a diario unos 20 furtivos», sostiene el presidente de la agrupación de mariscadores de a pie, Manuel Baldomir, al tiempo que critica la «inoperancia» del Servicio de Guardacostas de la Xunta. Según los mariscadores, la actuación de la Xunta no es suficiente, sobre todo en los meses de verano, cuando a los chabolistas se unen los bañistas en las labores furtivas, especialmente con la proliferación de mareas bajas. «Calculamos que cada día pueden esquilmar unos 600 kilos de marisco entre las dos mareas», asegura Baldomir. Además, se llevan los ejemplares pequeños, lo que afecta de forma especial a la próxima campaña y que además venden de manera ilegal, sin controles aseguran, «lo que también es un riesgo para la salud». En las tres horas que los furtivos permanecieron ayer por la mañana en la ría de O Burgo, los mariscadores calculan que se llevarían a casa unos 200 kilos de marisco, pues esta gente suele coger alrededor de 20 kilos por persona. Es una estampa habitual la presencia de furtivos en la ría del Burgo. Da igual que el bivalvo todavía esté criando, que se superen los topes de captura o que la ría esté cerrada a la extracción de marisco por presencia de toxina lipofílica, como ocurrió en el pasado. A los furtivos no les para nada ni nadie en su afán de esquilmar la ría. Saneamiento Los mariscadores de la ría de O Burgo ya mostraron su desconfianza ante el anuncio de la Xunta de que se invertiría dos millones en la ría en los presupuestos del 2015. Una desconfianza que también es compartida con los compromisos del Gobierno central. Y es que dicen que están hartos de oír promesas mientras ven cómo se reduce a marchas forzadas la productividad de los bancos marisqueros y cada vez son menos profesionales los que se dedican a este trabajo. Prueba de ello es que en los años ochenta había más de 1.200 mariscadores faenando en la ría, mientras que ahora no llegan a sesenta. Es la demostración de una zona en declive y de su mala salud ambiental. Pero detrás de esta lectura económica, ambiental y productiva, hay otra que es la política. En eso los profesionales del medio son bien claros: «Estamos indignados. Que dejen de engañarnos», aseguran mientras se quejan de que se acuerden de ellos, solo cuando hay elecciones. Y es que están convencidos de que la intención del Estado de incluir una partida específica para la ría, se quedará en eso, en una mera intención. La plataforma en Defensa da Ría do Burgo también comulga con estas afirmaciones. De hecho, profesionales y plataforma van de la mano desde hace mucho tiempo. El tiempo dará la razón a unos o a otros. Mientras tanto, languidece una ría que necesita una regeneración urgente y que los compromisos se conviertan en hechos. Inversión Aunque no figuró en los Orzamentos para el 2015 por una cuestión técnica, el saneamiento de la ría de O Burgo recibirá finalmente una importante inversión económica en los próximos dos años. La Xunta prevé destinar a esta actuación más de 6,3 millones de euros en el 2015 y el 2016, que se dedicarán a la construcción del tanque de tormentas de Santa Cruz, en Oleiros, y a mejoras en el sistema de saneamiento de la ría de O Burgo. Este año serán 1,97 millones. Ambas actuaciones servirán para paliar la contaminación en la ría, pero no para poner fin a la contaminación. Esta es una cuenta pendiente del Ministerio de Fomento que, pese a no haber presupuestado nada para la actuación en los Presupuestos Generales del Estado para este año, finalmente sí destinará dinero a esta inversión, según asegura la Consellería de Medio Ambiente. Ha sido la conselleira, Ethel Vázquez, la que ha trasladado la petición al secretario de Estado debido a que se trata de una actuación «moi necesaria e estratéxica».