La tala de un camelio llega al cuartel

A CORUÑA

Un vecino de Cecebre denuncia que le cortaron un árbol por el paso de un camión

31 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La disyuntiva estaba entre una piedra y un árbol y, como casi siempre, sucumbió el más débil. Fue en un camino de Aldea de Arriba, en Cecebre (Cambre), donde el paso de un transporte especial llevó a los responsables de la operación a sacar la motosierra y cortar de cuajo un camelio y dos plantas de hortensias, además de varias ramas de magnolio. El asunto acabó en el cuartel de la Guardia Civil de Cambre, donde el propietario de la vivienda en la que se levantaban los árboles denunció a los responsables de la tala por un delito de daños y aseguró ante los agentes que nunca la autorizó. 

«Cuando vinieron hace cosa de diez días les dijimos que no, que retirasen las piedras enormes que tiene el vecino enfrente y que, si aun así no pasaban, que habría que cortar...», contaba ayer la propietaria de la casa. No volvieron a saber nada del transporte especial, destinado a la colocación de una casa prefabricada en una finca próxima del municipio de Abegondo, hasta que el miércoles por la mañana, cuando ella y su marido se encontraban en el trabajo, recibieron una llamada de su asistenta doméstica alertando de que estaban cortando los árboles con una motosierra. «Cuando llegó mi marido habían cortado el camelio y las hortensias. Aun así el camión pasó con muchísima dificultad y llegaron a rozar hasta el muro, cuando lo más fácil hubiese sido retirar las piedras», añadió.

El incidente no quedó, sin embargo, ahí, y, tal como consta en la propia denuncia, el propietario de la casa aparcó su coche en la entrada, y cuando un nuevo transporte especial llegó al camino, no pudo pasar. «Vino uno de los encargados de la empresa y nos pidió que lo sacáramos, que íbamos a llegar a un acuerdo. Mi marido les pidió mil euros, no solo por el árbol, sino por el valor sentimental, porque tenía 20 años y lo había plantado su padre...», explicó la vecina.

Pero la cuestión del dinero atascó el acuerdo, según reconocieron fuentes de la empresa que organizó el transporte, quienes explicaron ayer que la compañía está dispuesta a reponer el árbol y pagarle los daños, pero no en los términos que exige el vecino. La empresa también asegura que tenía autorización para hacer el corte si no conseguían retirar las piedras del vecino, lo que el afectado negó expresamente ante la Guardia Civil.