En Derecho romano se entiende por auctoritas una cierta legitimación socialmente reconocida, que procede de un saber y que se otorga a una serie de ciudadanos. Ostenta la auctoritas aquella personalidad o institución, que tiene capacidad moral para emitir una opinión cualificada sobre una decisión. Esto le pasa a Marian Ferreiro y se gana con su trayectoria vital, mujer forjada a sí misma, polifacética en su vida pública y siempre comprometida con las causas sociales. El pasado día 10 de noviembre ha tomado posesión de su escaño como diputada autonómica en el Parlamento gallego en el grupo socialista, le llega tarde para sus méritos, durante muchos años ha sido postergada por su partido a un segundo plano y su único pecado fue decir la verdad y apostar por que los valores que han sostenido al socialismo como alternativa mayoritaria en sus país, se mantuvieran. Esa fue su pena, ser coherente, firme en los principios anteponiendo los intereses generales de los ciudadanos, a los personales, dicha actitud chocaba frontalmente con el comportamiento de otros que medraban políticamente a través de la adulación. Tenemos suerte los gallegos de tenerla en el parlamento, en ella encontraran una trabajadora incansable, una mujer capaz y con una visión de la política de altura que antepondrá siempre el interés de las personas al partidista. Espero que Marian, pequeña en estatura, pero grande en auctoritas, abra el frasco en el Parlamento, lo inunde con su esencia de empatía, capacidad, sensibilidad. Suerte en tu nueva labor.