Quiere que el director de la fábrica abandone voluntariamente el proyecto
27 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El Ministerio de Defensa negocia con Ramón Mejuto, actual director de la fábrica de armas, para que abandone voluntariamente el proyecto de gestión de la misma. Esto apuntaban ayer fuentes del sector, que también explicaban que en realidad la prohibición de Defensa para que Hércules de Armamento dejara de fabricar armas hasta que resuelva el problema de la vigilancia de las instalaciones tenía una repercusión casi nula, dado que hasta el momento los gestores de las instalaciones de Pedralonga no habían iniciado dicha elaboración. Y es que antes de iniciar ese proceso deberían contar con las certificaciones correspondientes, un laborioso proceso administrativo iniciado hace meses.
La prohibición del Ministerio de Defensa se produjo después de que la empresa Segur Ibérica, encargada de la vigilancia de las instalaciones, abandonara las mismas al acumular varios meses de impago y una deuda de casi medio millón de euros.
Sobre la repercusión que este conflicto tendrá en la concesión a Hércules de Armamento, desde el sector apuntan que la apertura de un expediente administrativo para rescindir la adjudicación sería algo novedoso. «Nunca se ha hecho eso», aseguran.
«No día de hoxe os responsables da Comisión Inspectora de Defensa que desenvolvían as súas xestións nas instalacións da fábrica de armas abandonaron as mesmas como consecuencia da falta de fluído eléctrico dentro das instalacións, isto é unha nova situación de deterioro que súmase ás xa existentes». Esto aseguraban ayer desde UGT en un comunicado «o Comité de Empresa da antiga Fábrica de Armas e os traballadores despedidos». También anunciaban la nueva concentración ante la Delegación del Gobierno que tendrá lugar hoy, a las 12.00 horas, y a la que se sumarán los vigilantes afectados.
Trabajadores a la gresca
Por otra parte, los actuales empleados de Hércules de Armamento detallaron ayer los acuerdos de la asamblea celebrada el miércoles, convocada por la CIG. El primero fue expresar su «máis firme e decidida decisión de defender os postos de traballo e a continuidade da actividade da fábrica fronte a calquera intento que pretenda o seu peche».
Además de reclamar de la dirección «a pronta normalización da situación socio-laboral da empresa», hacían un llamamiento a las Administraciones públicas «para implicarse na solución de todos os problemas para evitar o peche da fábrica, a perda dos postos de traballo e de calquera actividade industrial de futuro».
Los empleados recordaban asimismo que muchos de ellos son despedidos de la fábrica de armas, que ya se opusieron a la privatización de la factoría por parte de Santa Bárbara y al posterior cierre de General Dynamics y ahora «tamén faremos fronte a quen anda ?traballando? para que Hércules de Armamento peche e con iso perdamos de forma directa 155 postos de traballo». Y detallan: «E cando dicimos isto referímonos aos que se autoarrogan a exclusiva condición de ex?traballadores, ou incluso, ex?Comité de Empresa, que levan boicoteando e facendo todo tipo de actuacións insólitas contra o reinicio da actividade industrial, importándolle ben pouco que con todo o que están facendo poidamos perder o noso traballo os 155 traballadores actuais de Hércules de Armamento».