Julio Abalde ha dedicado este mes a realizar visitas institucionales y a preparar los presupuestos
14 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Alumnos y profesores de la Universidade da Coruña (UDC) podrían hacer suya la letra de la famosa canción de Julio Iglesias, porque en los campus «todo sigue igual». Hace un mes que Julio Abalde cogió el bastón de mando del Rectorado y poco se ha notado a efectos de la comunidad universitaria. Muchos lo achacan a que ha pasado muy poco tiempo desde su investidura y no ha tenido margen de maniobra, y otros señalan que como ya estaba en el mismo equipo de gobierno que sus dos antecesores, tampoco hay que esperar grandes cambios en la gestión de la institución académica.
Este primer mes como máximo responsable de la UDC lo inauguró Julio Abalde visitando los estudios de Radio Voz, donde concedió su primera entrevista al programa de Pablo Portabales. Dos días después, el 15 de enero, quien visitaba al nuevo rector en la Maestranza era José Ramón Gómez Besteiro, secretario general de los PSOE gallego, partido del que es afiliado Abalde; que el día 18 se entrevistaba en el palacio de María Pita con el alcalde Xulio Ferreiro. La agenda del nuevo dirigente de la UDC también lo llevó a hacer lo propio con el regidor del Ferrol el 26 de enero, para al día siguiente presidir su primer Consello de Goberno, en el que le acompañaron los nuevos miembros de su equipo. Estos primeros días de mandato también incluyeron la entrega de los premios a los alumnos con mejores expedientes en la celebración de Santo Tomás de Aquino (29 enero), la firma de un acuerdo con Caixabank para mejorar el transporte universitario (3 de febrero), una reunión con todos los decanos y directores de centros (día 4), y un encuentro con el presidente del Consello Social de la UDC (5 de febrero), Antonio Abril, con quien volvió a coincidir este jueves en la inauguración del nuevo curso de la cátedra Inditex.
A esta faceta más pública que ha llevado Julio Abalde, hay que añadir el trabajo en el despacho, en el que se ha centrado en la preparación de los nuevos presupuestos de la Universidad, ya que el ejecutivo de Armesto no quiso dejar las cuentas comprometidas para su sucesor, y decidió prorrogar las del 2015. El nuevo rector anunció que su primer objetivo sería elaborar el proyecto económico de la institución académica, que espera presentar en el próximo claustro -el primero que presidirá-, y que previsiblemente se celebrará entre finales de este mes y principios de marzo.
En estas nuevas cuentas que presentará el equipo de gobierno de Julio Abalde habrá que descontar una partida de 640.000 euros con los que la UDC debe indemnizar a la constructora que inició las obras de ampliación del Centro de Innovación Tecnolóxica en Edificación e Enxeñaría Civil (Citeec), y que finalmente no acabó el proyecto. La Universidad empezó entonces una batalla judicial que perdió primero en el juzgado de instrucción, y hace unos días en el TSXG, que desestimó el recurso presentado por la institución académica que se verá obligada a desembolsar esta cantidad.
Preocupación
A este revés también se sumó otro en las últimas semanas: la preocupación de los alumnos y profesores de Socioloxía y Comunicación Audiovisual por la aparición de varios casos de cáncer entre los docentes. La ubicación del centro en los mismos terrenos donde antes estuvo una empresa de fertilizantes que empleaba productos tóxicos ha hecho levantar suspicacias, aunque Abalde quiso tranquilizar a la comunidad universitaria y aseguró que por ahora no había ningún indicio que certificara esta posible relación.
En este primer mes, Abalde también ha recibido buenas noticias, como el buen ritmo al que avanzan los trámites administrativos de la nueva residencia del Calvo Sotelo; que la UDC mejora en los ránkings que miden la mayor presencia en las redes sociales; que aumenta la matrícula de nuevos alumnos (aunque se pierden estudiantes en el cómputo general), y que los trabajos de varios investigadores han sido reconocidos a nivel internacional.
ANÁLISIS UN MES DEL NOMBRAMIENTO DEL NUEVO RECTOR