Semana de estrenos y quebraderos

Carlos Agulló Leal
Carlos Agulló CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

10 abr 2016 . Actualizado a las 08:09 h.

Los espacios se hacen con el uso. Son los ciudadanos y el tiempo los que le dan valor (y calor) a las intervenciones urbanas que, no obstante, han de estar pensadas para hacer la vida de las personas más confortable y las ciudades más habitables. Probablemente no sea el momento de poner nota final a la nueva Marina (casi) peatonalizada, pero sin duda es el momento de felicitarse porque, por fin, los coruñeses podamos disfrutar de un espacio privilegiado de la urbe que ha estado levantado o y en condiciones muy precarias de uso desde hace más de una década. Y mejor esperar a poner la nota, no solo porque hemos de aprender a vivir en el espacio transformado, porque han de crecer los árboles para dar sombra y vida, porque han de completarse servicios (¿terrazas próximas a los juegos infantiles?) y porque quizás haya que revisar la convivencia de personas, autobuses y taxis. También porque en las primeras horas tras el cierre al tráfico se han percibido problemas producto de la desinformación y de la imprevisión.

La apertura del túnel del Parrote, hace ya unos días, y la peatonalización de la Marina tiene efectos colaterales que deberán ser solventados más pronto que tarde. Un ejemplo: las confluencias con la plaza de Ourense puede afianzarse como nueva zona cero del colapso circulatorio.

La semana comenzó con la resaca del pleno de unos presupuestos amplia y sustancialmente enmendados por socialistas y populares que el alcalde calificó como «unha moción de censura encuberta». A lo largo de la semana fue modulando la reacción -quizás con el ánimo de hacer de la necesidad virtud-, pero no oculta su fastidio: la mayoría del pleno le ha dejado sin mucha capacidad de maniobra para el manejo de las cuentas, el principal instrumento con el que hacer gestión, y también política.

Pero la semana ha estado marcada también por sendas resoluciones judiciales. Primero la del Supremo que ordena el derribo completo del Conde de Fenosa. Patata caliente que ha ido pasando por las manos de varios alcaldes, por mucho que todo el mundo apunte a que es poco probable que la sentencia vaya a convertir en escombros el edificio. La sentencia que sí ha tenido un efecto inmediato ha sido la del TSXG que ordena paralizar las obras de urbanización del todavía llamado con extemporánea rimbombancia Parque Ofimático y que el sarcasmo popular convirtió en el Filomático. Para pocas bromas están los cooperativistas y propietarios de terrenos atrapados en esa operación urbanística.

Con el estreno de la Marina remata una semana completa de quebraderos de cabeza para los gestores de María Pita. Y también para muchos ciudadanos.