«Los que vienen de la avenida de Arteijo no paran cuando la luz se pone en rojo»

E. E. A Coruña / La Voz

A CORUÑA

25 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El cruce de la avenida de Arteijo con la ronda de Outeiro pasa por ser uno de los más conflictivos de la ciudad y de la propia ronda. A diferencia de otros, como el de la avenida de Finisterre, los coches la atraviesan para pasar de un lado a otro en los semáforos sin rotondas. Ahí está el problema. «Los que vienen de la avenida de Arteijo no paran en el semáforo», cuenta una hostelera que trabaja en una vinoteca en el cruce.

«Muchos se estresan para pasar porque el semáforo no dura nada, nadie tiene paciencia», dice Pamela, que regenta una tienda a unos metros. «La gente va demasiado rápido y todo está lleno de doble fila», dice Carlos, en otro negocio de la calle. «Los semáforos no duran nada y los coches apuran hasta el final, y los peatones cruzan por seis carriles por donde no deben», afirma.