Alberto Gómez preside una asociación que vigila los abusos y descuidos en los ríos de Betanzos. Cada pocas semanas remiten sus quejas al Ayuntamiento
26 sep 2016 . Actualizado a las 21:23 h.Desde hace varios años, los ríos brigantinos tienen quien los defienda. La asociación Amigos de los Ríos de Betanzos (ARBE) vigila las corrientes de la comarca, sumándose a iniciativas como la del día 17 y 25 de septiembre, cuando se realizarán jornadas de limpieza de los ríos y la ría desde embarcaciones. Desde el 2014 preside la asociación Alberto Gómez.
-¿Por qué los ríos necesitan «amigos» oficiales?
-Porque están muy abandonados. El río admite todo: el desecho, el desorden, es una pena que estos ríos, estos paisajes estén así. En Betanzos hay asociaciones para cuidar y vigilar el buen estado del casco histórico, otras para defender sus cuevas? Nosotros miramos por los ríos y entre todos procuramos tener una zona más bonita. Si somos la población número 7 del ránking de los pueblos más bonitos de España no podemos tener estos ríos.
-¿Miran a ejemplos del exterior?
-Sí, y hay muchos, algunos muy cercanos, como en Aveiro, en Portugal. Allí tienen embarcaciones muy singulares que enfatizan la importancia de los canales. Pero también tenemos los ejemplos de Bélgica, de Ámsterdam? Hay un potencial económico muy fuerte en torno a los ríos. Si se obtuviera un rendimiento monetario, la gente los cuidaría de otra forma. Nosotros llevamos mucho tiempo luchando para que Costas nos haga una marina seca. Se trata de retirar las embarcaciones viejas o abandonadas del río o disponer de un lugar cercano para su reparación. En verano hemos contabilizado hasta 300 embarcaciones. Eso es muchísimo, algo que hay que organizar y explotar de una manera más eficiente.
-El puerto de Betanzos no está en las cartas de navegación.
-También lo hemos solicitado. Deberían dar opciones reales a que nos visiten por mar. Está claro que con los tiempos que corren no podemos pretender un puerto comercial, pero sí una pequeña infraestructura que permita el acceso de pequeñas y medias embarcaciones. No es descabellado. Hace muchos años por Betanzos entraba el 60 % de la sal que llegaba a Galicia y había una circulación muy estrecha con Portugal. También de aquí salía mucha madera hacia Ferrol durante el auge de la Armada.
-Cuando hablamos de los ríos de Betanzos parece que todo se reduce a Mendo y Mandeo.
-Pero hay más. Está el Rego de Caraña, también bastante abandonado. Esa zona está pagando ahora la permisividad de hace décadas de construir encima de los ríos, sin dar espacio a la naturaleza, y esta siempre reclama lo que es suyo, por eso ahora hay tantos problemas.
-Hoy resulta casi gratis contaminar. ¿Cómo luchan contra eso? El ejemplo del río Zarzo (un grave vertido de purines) es sonrojante.
-Desgraciadamente a las empresas les sale más barato pagar una sanción que disponer de los medios para evitar contaminar. Las Administraciones hacen caso omiso hasta que los juzgados entran en acción.
-ARBE es una asociación de especial tesón. En el Concello saben de ustedes cada pocas semanas.
-Sí, sí, sí? Y reiteramos nuestras peticiones cuando vemos que no se corrigen las cosas que denunciamos. Luego que no digan que no advertimos de las situaciones de potencial peligro.
-Como los árboles del Mandeo antes de los Caneiros. ¿Cómo convencieron a la Xunta para retirar algunos que exigían dejar «in situ»?
-A base de batallar, pero sobre todo a través del Ayuntamiento. Creo que al final actuaron por cansancio. No consigo entender por qué se oponen a retirar árboles. Antiguamente las orillas estaban limpias de árboles, el río necesita de luz y sol para regenerar su propia vida. La Xunta habla de no limpiar los cauces, de dejar troncos muertos para generar biodiversidad, pero si no los limpias se acumula una decantadora. No entiendo la política de no tocar nada en el río. Si quieres que una tierra produzca la tienes que trabajar, y el río es igual. Ahora estamos en una batalla con la Demarcación de Costas para que retire unos troncos muy grandes de la ría. Son perfectamente visibles desde A Angustia. Y si nos dejaran actuar a nosotros, también lo haríamos.
-Este verano ha habido un episodio de E.coli en un área recreativa del Mendo, a la altura de Oza-Cesuras.
-Es que venimos arrastrando una cultura del «aguas abajo se va todo», y no podemos seguir así. ¿Para qué van a repoblar con alevines un río? Al final se mueren, ya no soportan el hábitat en el que los sueltan.