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La odisea de un equipo que se quedó sin porteros la mañana del partido y acabó recibiendo trece goles

I. Antelo A CORUÑA / LA VOZA CORUÑA / LA VOZSANTA CRUZ DE TENERIFE / EFE

A CORUÑA

EDUARDO PEREZ

«Fuimos sin porteros y se tuvo que poner un jugador a defender la portería. Y claro, no es lo mismo», dice el entrenador Barral

11 ene 2017 . Actualizado a las 08:31 h.

Hay días en los que es mejor no levantarse de la cama. Y el Sporting Sada padeció uno de ellos el domingo, en el último compromiso de liga del grupo norte de Preferente. Los mariñanos recibieron un sonoro 0-13 por parte del Polvorín, el filial del Club Deportivo Lugo.

Pero, ¿qué pasó para que se haya dado un resultado tan atípico en una competición tan competitiva como Preferente? Lo explica el entrenador José Ángel Domingo Barral: «Fuimos sin porteros y se tuvo que poner un jugador a defender la portería. Y claro, no es lo mismo... El día del partido me llamó nuestro portero [el histórico Carlos Mariño] que estaba con fiebre y que no podía venir... Y claro, no se puede hacer nada... El otro portero [Carlos Martínez] pidió la baja y se había ido la semana pasada. Además, en las últimas semanas estuvimos entrenando con poca gente y no pudimos preparar bien el partido. Y a eso hay que añadir que jugábamos contra un muy buen equipo», explica. 

Nueva directiva para resetear

El Sada es colista con 8 puntos en 19 partidos y este año se lo ha tomado de transición, después de que una nueva directiva liderada por Pepe Álvarez [padre del jugador del Numancia Julio] acudiese al rescate de la entidad que parecía abocada a la desaparición. «Es una situación difícil pero hay que estar aquí hasta el final, llevarlo lo mejor posible y entre todos acabar la temporada lo más dignamente posible. El fútbol tiene cosas buenas y cosas malas, pero este año toca vivir esta situación de estar últimos y hay que afrontarla. Como entrenador esto te hace crecer muchísimo ya que te hace ver las cosas de otra manera», agrega Barral.

El preparador del Sporting Sada mira el lado positivo y agradece a todos los que están arrimando el hombro para sacar esta situación adelante. «Quiero agradecer a la directiva porque me está apoyando mucho, igual que mi segundo entrenador, Andrés Pena. Con los jugadores también estoy muy contento porque a pesar de las circunstancias están viniendo con ganas a entrenar. Entre todos tenemos que acabar con dignidad», finaliza.