«Una orquesta que juega la Champions no puede tener un campo de tercera»

Montse Carneiro A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

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Músicos y abonados exigen soluciones al deterioro del edificio, que ha motivado el primer informe municipal en 28 años

16 mar 2017 . Actualizado a las 11:38 h.

Una inundación en las oficinas que ocupa el Consorcio para la Promoción de la Música en uno de los extremos del Palacio de la Ópera descubrió hace unos días el estado impropio en que se encuentra la sede de una de las mejores orquestas sinfónicas de España. El edificio empotrado en la cantera de Santa Margarita, que acoge a diario a más de cien trabajadores y los días de concierto a los 1.800 abonados de la OSG, es de titularidad municipal y desde su inauguración en 1989 depende de la empresa Comar, que disfruta de una concesión por 50 años y a su vez lo ha alquilado (en condiciones diferentes, según la zona de que se trate) al consorcio que gestiona la OSG.

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El deterioro campa en el inmueble, que no fue concebido para albergar una orquesta sinfónica, sino un programa de congresos -y por tanto arrastra problemas irresolubles de acústica-, y comprende filtraciones generalizadas en las oficinas y los almacenes -han llegado a oxidarse instrumentos-, desprendimiento de láminas de la concha acústica que rodea el escenario y desperfectos de tal envergadura en el patio de butacas que el director de la OSG, Víctor Pablo Pérez, aseguró ayer, exasperado como afirman sentirse los músicos y el resto de trabajadores, que «mientras no se rompa alguien la cadera en una de esas butacas no pasará nada». Las quejas de los abonados son constantes, lamentó el gerente del Consorcio, Andrés Lacasa, que alertó del riesgo que entraña la presencia habitual de cientos de niños de la orquesta y el coro infantiles, pero también de visitas programadas.

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A los estragos por falta de mantenimiento -el Ayuntamiento acaba de realizar el primer informe técnico sobre el estado del palacio en sus 28 años de historia- se suman fallos estructurales como la carencia de salas de ensayo y cabinas de estudio, niveles elevados de radón procedente del granito de la cantera o los fallos de conexión de las oficinas con el resto del edificio.

«Esto no puede ser. Una orquesta que juega la Champions no puede entrenar en un campo de tercera división. Eso lo entiende todo el mundo», subrayó el director de la OSG. Fuentes municipales señalaron que «ante a sospeita de que a concesionaria ten desatendido o recinto» se encargó un informe técnico que se está analizando para comunicar «á concesionaria tanto as obrigas de obras que ten que acometer á maior brevidade como as melloras que serían aconsellables».

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Frustrada y harta, la plantilla valora abrir un debate para la construcción de un nuevo auditorio

El sentir de los músicos es de «hartazgo generalizado» y «frustración» por un edificio que «no cumple los mínimos que esta orquesta merece», afirma Alejandro Salgueiro, presidente del comité de empresa.

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Denuncia que no haya «algo tan básico como salas insonorizadas», la humedad del sótano donde se guardan y oxidan los instrumentos, que también funciona de vestuario cuando hay ópera, los impropios camerinos, el mal almacenamiento de los pianos, la falta de control en el acceso, la exposición al radón, la iluminación... «Y pagar casi un millón de euros por esto... Estamos valorando si no vale la pena abrir un debate en la ciudad para construir un nuevo auditorio», avanza Salgueiro.