Los ingresos municipales por licencias y obras cayeron a la mitad desde el 2014

Durante el año 2016, el primero gestionado por completo por el gobierno local de la Marea, el Ayuntamiento ingresó 1,67 millones de euros por licencias y el impuesto sobre la construcción, instalaciones y obras (ICIO). Esa cifra es la más baja de los últimos cinco ejercicios, y supone un descenso del 46 % con respecto al 2014, el último año gestionado por completo por el anterior ejecutivo local del PP, cuando el Ayuntamiento ingresó 3,66 millones por los mismos conceptos.

El descenso fue denunciado por el concejal Roberto Coira, responsable de Facenda durante el anterior mandato, que subrayó que los datos confirman la «parálisis» de la ciudad que la oposición denuncia desde hace meses.

Las estadísticas también corroborarían las críticas que las distintas asociaciones de empresarios, desde los promotores y constructores hasta la Cámara de Comercio, han lanzado durante las últimas semanas, quejándose tanto de la paralización de las obras públicas como de las dificultades para la inversión privada, además de un descenso de la actividad económica en general.

El gobierno local contestó a esas críticas de forma diversa. Aseguró haber invertido más en obra pública de lo que sostienen las empresas del sector, pero no especificó en qué proyectos. Afirmó que las dificultades que tienen algunos promotores para invertir se deben a que no hacen las cosas bien, y el alcalde rechazó el descenso de la actividad económica y pidió a la Cámara de Comercio «rigor» en sus análisis.

Pero los datos de las cuentas generales refuerzan las quejas de los empresarios y de la oposición. Coira insistió ayer en que la paralización, que «solo niega la Marea aunque es constatable», está afectando de forma negativa «a miles de puestos de trabajo», una advertencia que también han planteado distintas asociaciones.

El remanente del 2016

Otra de las quejas de la oposición se refiere a la baja ejecución de las inversiones previstas en los presupuestos municipales.

El gobierno local admitió que el remanente -los fondos que se quedaron sin invertir- durante el pasado ejercicio ascienden a más de 27,5 millones de euros.

El gobierno prevé utilizar parte de ese dinero a saldar con los bancos la deuda derivada de un préstamo de 7,6 millones, que el anterior gobierno local pidió en el 2012 con la finalidad de pagar facturas pendientes a los proveedores municipales. El ejecutivo asegura que esa medida es una demostración de «boa xestión». Será preciso que el pleno apruebe un cambio en las cuentas de este año, que aún están en trámite de alegaciones, para transferir los fondos al pago de deuda.

El pago a proveedores

Sin embargo, otros datos económicos son positivos. En enero, el Ayuntamiento pagó sus facturas solo cuatro días por encima del período de 30 que marca la normativa. Es la mejor cifra registrada desde el 2014. La titular de Facenda, María Eugenia Vieito, atribuyó el dato a que las facturas atrasadas se pusieron al día durante los últimos meses del 2016, y destacó que el Ayuntamiento paga durante la mayoría de los meses antes que la media.

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