La antigüedad del edificio podría comprometer la estructura, según resaltan arquitectos
26 mar 2017 . Actualizado a las 19:09 h.Son las nueve y media de la noche y la música empieza a sonar sobre el escenario que los okupas han instalado en el antiguo edificio de la Comandancia de Obras. El centro social A Insumisa celebra semanalmente actuaciones de este tipo, que son anunciadas a través de las redes sociales. Con el fin de tener un espacio amplio para albergar al mayor número de personas posible, los residentes del inmueble tiraron abajo tres tabiques para unir hasta cuatro estancias y ganar amplitud.
Según arquitectos consultados, en un principio esta actuación no debería comprometer la estabilidad de la estructura, ya que no se tratarían de muros de carga. Sin embargo, al ser un edificio antiguo, las variaciones en el terreno con el paso de los años pueden hacer que estas paredes sostengan más peso, pudiendo llegar a ser peligroso para la integridad de las personas.
Gimnasio y huerto
Pero esta sala de conciertos no es la única estancia que utilizan los okupas de Comandancia de Obras. Un salón de juegos con una mesa de pimpón, un gimnasio y un huerto completan el complejo junto a las habitaciones donde duermen los residentes y otros cuartos no accesibles para los visitantes.
Al complejo okupado se entra a través de la puerta principal, teniendo que accionar un timbre para que uno de los responsables acuda y autorice la entrada. En la sala de conciertos hay un expositor con folletos y manifiestos a favor de la ocupación y contra el sistema. A ambos lados de la sala hay palés acolchados que sirven como asientos y tras el escenario se ha pintado un mural con un pulpo.
La titularidad del inmueble fue cedida en el 2012 al Ayuntamiento por el Ministerio de Defensa, que denunció el pasado mes de diciembre la situación de okupación del inmueble, ante la pasividad del gobierno municipal. Fue un traspaso de carácter gratuito y el contrato especificaba que el gobierno local era responsable del mantenimiento, la conservación y la custodia del lugar. En enero, el Ayuntamiento realizó obras para mejorar la seguridad del inmueble okupado, por lo que una parte está clausurada al público.
En el bar sin licencia municipal se venden bebidas alcohólicas y cerveza artesana
Dentro de la improvisada sala de conciertos que hay en el edificio de la Comandancia de Obras los okupas han instalado una barra de bar. Se han abastecido de todo tipos de útiles para esta zona, incluido un tirador de cerveza. Pese a que el Ayuntamiento alegó en su día que no tenía constancia de la comercialización de bebidas alcohólicas en el inmueble, en la actualidad se venden cervezas en lata a euro y medio, y cañas de una remesa artesana «que hace una compa de Uxes».
Los comerciantes de la zona denunciaron esta situación hasta el punto de que la policía tuvo que evitar una fiesta de Fin de Año apostando en la puerta un coche patrulla para disuadir a los asistentes de entrar.
Eventos hasta el 13 de abril
La programación de la casa ocupa se encuentra anotada en una tabla de madera en la pared junto a la barra de la sala de conciertos. Allí se pueden consultar los próximos eventos programados. También existen -pintados con tiza blanca- unos turnos de limpieza ordenados por días y horas.
Según el perfil de los okupas en las redes sociales, hasta el próximo 13 de abril hay programados conciertos en la Comandancia de Obras. Se trata de actuaciones de grupos locales y otras bandas foráneas. Los conciertos son gratuitos, pero a mitad de la actuación uno de los residentes en el lugar pasa entre el público con un vaso de plástico pidiendo un donativo para los componentes de las formaciones.
Además de música, en el amplio recinto también se celebran asambleas y presentaciones literarias.