El abandono y el vandalismo lastran el «peor casco histórico de Galicia»

B. Capelán A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

CESAR QUIAN

Los comerciantes reclaman la creación de un consorcio para gestionar la Ciudad Vieja coruñesa

24 abr 2017 . Actualizado a las 10:21 h.

Para Adolfo López, presidente de la Asociación de Comerciantes de la Ciudad Vieja, el coruñés es el «peor casco histórico de Galicia». No por falta de belleza, sino por el «abandono y el escaso interés en el espacio». «Para el coruñés, este es el desván de la ciudad y solo viene de paseo», lamenta el comerciante. Para la asociación es primordial la creación de un consorcio que aglutine a todas las Administraciones para coordinar acciones concretar en la zona. «Es difícil por la mala relación entre el Ayuntamiento y la Xunta, pero creemos que es la única opción para revitalizar la zona», afirma Adolfo López.

Puede que no sea el desván, pero si uno recorre la Ciudad Vieja se da cuenta de que es el área de entrenamiento de los vándalos, que pintan las paredes sin pararse a pensar si se trata de un edificio centenario. En la fachada de la casa en la que nació el célebre filólogo Ramón Menéndez Pidal alguna persona ha inscrito el mismo garabato en múltiples ocasiones y varios colores.

Los únicos elementos que guían a los turistas, además de sus propios mapas, son los letreros -algunos ya ininteligibles- que hay en lugares emblemáticos de la zona como la iglesia de Santo Domingo o el convento de Santa Bárbara. Para más inri, tal y como alertan varios vecinos, durante estos últimos meses se han encontrado restos de jeringuillas en la plaza de Azcárraga, epicentro de la Ciudad Vieja, lo que ha creado cierta alarma social.

«Ahora que hace buen tiempo, sales a pasear y tienes miedo de dejar a tu hijo jugar en el parque por si se pincha», comentaba ayer una vecina de la zona en las inmediaciones del lugar.

Las trabas legales dificultan la rehabilitación de viviendas

«Es necesario que los cascos históricos estén plenamente habitados para que tengan vida», señala el arquitecto Celestino García Braña, que considera que las reticencias administrativas dificultan las rehabilitaciones de viviendas en la Ciudad Vieja: «Hay una tardanza seria en la adjudicación de licencias por cuestiones mínimas y eso desanima a cualquiera». García Braña, que fue presidente del Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia, cree que una «normativa ágil y coordinada» ayudaría a repoblar las antiguas casas de la zona.