Monstruo: «Cada vez nos gusta más lo mínimo»

Javier Becerra
JAVIER BECERRA A CORUÑA

A CORUÑA

Pablo Silvia y Daniel Bembribre
Pablo Silvia y Daniel Bembribre

Son dos y se bastan para hacer un ruido de mil demonios, entregar ráfagas de garage-rock minimalista y dejar al oyente exhausto. Acaban de publicar nuevos temas

22 may 2017 . Actualizado a las 12:53 h.

Daniel Bembibre (voz y guitarra) y Pablo Silva (batería) dan vida a Monstruo, un dúo de funcionamiento intermitente que acaba de sacar Tamaño rey, un ramillete de canciones que inciden en su idea de simplicidad, contundencia y electricidad.

-Guitarra y batería, un formato de moda, desde que surgieron los White Stripes. ¿Por qué lo usáis?

-A mí me gustan mucho los White Stripes, pero creo que si te metes a tocar de esta manera es porque realmente tienes una razón. En mi caso era porque quería simplicidad. Hacer algo que no requiriese de montaje, de coordinación, algo sencillo pero donde pudieses seguir tocando con energía. Poco a poco, descubres que lo básico de las canciones son la melodía y la letra, y si no tienes otras cosas que te distraigan te centras en eso y haces canciones. Quedarte con lo básico también te obliga a aprender a tocar otra vez porque no hay ni trampa ni cartón, no hay una banda, un muro de sonido donde refugiarte. No hay red, lo que ves y oyes es lo que hay. Cuando sale mal te pone en un aprieto, pero cuando sale bien es emocionante.

-¿Nunca habéis valorado ampliar la formación?

-La verdad es que no. De vez en cuando ensayamos con más gente, pero nunca hemos pensado seriamente en ampliar la formación. Al contrario, cada vez hemos reducido aún más el equipo y nos gusta más tener lo mínimo posible. No usamos pedales, la batería está reducida al mínimo, intentamos que al tener pocas cosas de las que tirar todo el esfuerzo tiene que estar en la canción y en cómo la tocas.

-¿Qué otros grupos «de dos» os gustan?

-Tampoco es que tengamos especial preferencia por los grupos de dos. Nos gusta de todo, desde Buddy Holly hasta The Knife, pasando por Zen Guerrilla o Nina Simone. Cualquier cosa. Lo que importa es lo de siempre, que la música esté hecha con honestidad y con ganas. No se trata tanto de cuántos son en el grupo, si no de la actitud. Pero está claro que The Flat Duo Jets son la mejor referencia. Pero hay mil. Aquí en Galicia tenemos a Thee Blind Crows, Sra Sr Sra que le dan bien duro.

-Lo último que habéis entregado es «Tamaño rey». ¿Qué buscabais en él?

-En realidad solo queríamos encontrar nuestra forma de tocar. En la grabación anterior ya nos acercamos, pero creo que aún no lo teníamos claro como ahora. Cuando empezamos dábamos más bandazos, aún seguíamos con la cabeza en modo banda completa. Tanto Pablo como yo venimos de tocar con grupos muchos años y tardas un tiempo en darte cuenta de lo que quieres (o puedes) hacer tocando entre dos. Y tardas en quitar, eliminar lo innecesario para quedarte lo que te interesa. Es fácil caer en intentar imitar algo que te gusta, es casi inevitable. Pero cuando limitas el formato o descubres que es lo que te gusta de verdad o lo dejas. A mí me gusta el rock n’ roll, las canciones sencillas, cortas y que me digan algo que me apetezca recordar. Suena sencillo, pero es muy difícil. La mayoría de las canciones que todos recordamos son muy sencillas, muy simples, pero llegar hasta esa simplicidad y que valga la pena, eso es complicado.

-De nuevo suena afilado, agudo y estridente. ¿Era ese el planeamiento de la grabación?

-Sí, más que en la grabación anterior incluso. Esta vez nos grabó Zippo, de Sra Sr Sra, y creo que pilló la idea al momento. Yo personalmente no soy muy hábil tocando, ni buscamos hacer virguerías. Entonces, para que suene, lo complicado es captar la fuerza de la canción. En directo ya lo ves, pero grabado es otra cosa. Te tienes que buscar la vida para que se transmita lo mismo que cuando tocas, pero sin hacerlo tan rebuscado que al final no se entienda nada.

-El minimalismo llega a los títulos, todos de dos palabras. ¿Es intencionado? ¿Por qué?

-Pues no era algo que estuviera muy premeditado, pero al hacer el listado enseguida tuvo sentido. La verdad es que con la costumbre de simplificar al final no te das cuenta de que lo estás haciendo. Pero es cierto que así todo tiene un hilo conductor, como una historia. A mí me gusta que las canciones que escucho me cuenten una historia, como una imagen mental. Y si nosotros conseguimos hacer eso, perfecto.

-¿Y por qué esa apelación a Pinocho en la portada?

-Bueno, ese Pinocho está sacado del dibujo de una atracción de feria y parece que se dirige directamente a hacer el mal, pero totalmente feliz. Nos gustan las contradicciones y unir elementos simples para que cada uno saque su idea, su interpretación. Unir la palabra tamaño, la palabra rey, y ver a un Pinocho surrealista que parece que va a prender fuego al mundo… yo creo que da para pensar un rato (y tomarse todo con un poco de ironía de vez en cuando).

-Vuestra anterior grabación es del 2013. Vuestra trayectoria es un poco de aparecer y desaparecer. ¿Por qué?

-En realidad es porque no tenemos ninguna presión, ni ninguna prisa. Cuando salen las cosas las hacemos. Las canciones que sacamos ahora ya tienen su recorrido, y hemos seguido tocando en directo, pero grabamos cuando pensamos que es el momento, o cuando nos lo pide el cuerpo.

- ¿Y vais a dar más conciertos este verano? ¿Dónde?

-Eso espero, tenemos ya otro concierto en Sada para julio, y seguramente haremos alguna presentación del disco. Aunque no tenemos representante y dejamos que las cosas salgan por sí mismas. Si a alguien le gusta lo que hacemos, vamos y tocamos, no hay que complicarse la vida.

- ¿Habrá edición física del disco o es algo que ya ni os planteáis? ¿Tiene sentido seguir editando en formato físico?

-Sí, habrá edición física que sacaremos en cuanto reunamos suficiente dinero para hacerlo dignamente. Yo creo sí tiene sentido lo del formato físico, pero ya no para que la gente escuche la música, sino por el fetiche del objeto. Al final la música también es imagen, estética, y en el disco es donde se ve.

-Se habla en los últimos años de un bum en la música en Galicia. ¿Pensáis que estamos en ese gran momento?

-Yo creo que siempre es arriesgado decir si el tiempo que vives es mejor o peor que otros. Lo que sí creo es que ahora la gente es más profesional. Se nota un salto desde el amateurismo que teníamos todos hace unos cuantos años. Eso supongo que es bueno, pero si hay bum o no yo creo que al final afecta poco a la vida de los músicos, o al menos a mí no me preocupa. Si haces música es porque quieres. Si no, dedícate a otra cosa.