Ambición de ciudad

josé luis méndez romeu TRIBUNA ABIERTA

A CORUÑA

16 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Una ciudad moderna es algo más que una aglomeración urbana alrededor de un tejido económico y dotada de servicios. Para competir en un escenario global, captar inversiones, generar empleo y asegurar el crecimiento, necesita proyectos a la altura de nuestro tiempo. Antes bastaba con el fútbol, las fiestas y poco más. Hoy necesitamos mucho valor añadido, excelencia, singularidad. Son los rasgos de los proyectos líderes, ya sean empresariales, sociales o culturales. En Coruña los tenemos, con una enseña empresarial internacional, un Complejo Hospitalario de referencia, y la Orquesta Sinfónica, entre otros.

 En el lenguaje universal de la música, atendiendo tanto a la excelencia artística como a la formación de los jóvenes y la divulgación más amplia, durante un cuarto de siglo la Orquesta ha sido el principal proyecto cultural de la ciudad y de Galicia. Sus oyentes se cuentan por cientos de miles, ha formado a numerosos profesionales, ha ensanchado los horizontes de varias generaciones y ha brindado muchas horas de placer a sus seguidores.

Al alcalde Francisco Vázquez corresponde el honor de haberla creado, previa construcción del Auditorio y en el marco de un enorme impulso de la educación y la cultura. Consciente de su importancia, quiso que llevase el nombre de Galicia, como tantas iniciativas gallegas nacidas en Coruña. Víctor Pablo Pérez desde la dirección artística, Enrique Rojas en la gerencia y Joan Company al frente del Coro diseñaron el modelo, que hoy siguen el director Dima Slobodeniouk y Andrés Lacasa, gerente.

El día que el alcalde me encargó la creación de la orquesta, la enmarcó en una idea que siempre compartimos: hacer de Coruña una ciudad centroeuropea, con elevado bienestar, solidez económica, atractiva para residentes y visitantes, elevado nivel educativo y oferta cultural rica, diversa y plural. La orquesta era la culminación del proyecto. El prestigio internacional y el público entusiasta, avalan el acierto de aquella decisión.