«La India rural tiene 200 años de atraso»

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

Nació en la India y la Fundación Vicente Ferrer le cambió la vida. Ahora difunde y fomenta el trabajo de la entidad

24 may 2017 . Actualizado a las 12:22 h.

El portavoz de la Fundación Vicente Ferrer, Lancy Dodem, es el primer niño que apadrinó la entidad en la India. Ayer estuvo en la Fundación María José Jove ofreciendo una charla sobre la realidad de la India rural.

-¿Cómo sería su vida si no llega a aparecer la Fundación Vicente Ferrer?

-Si la fundación no hubiese llegado a Anantapur esta zona hubiera desaparecido del mapa. Sería un desierto. La gente habría emigrado a las grandes ciudades y los niños estarían trabajando como esclavos, siendo analfabetos. Esa sería mi vida. Haría trabajos como limpiar lavabos, retirar basura, llevar los cuerpos de muertos. Pero pude cambiar mi destino.

-¿Cómo es la situación en la India rural?

-La India tiene dos caras: la moderna y la rural. La moderna está avanzando muchísimo, incluso más que Europa. La India rural sigue atrapada en el pasado y tiene como 200 años de atraso. Todavía hay castas, analfabetismo, gente muy pobre que sigue viviendo en cabañas sin luz y sin agua potable. Ahí es donde la Fundación Vicente Ferrer está trabajando apoyando el desarrollo de los pueblos, especialmente a nivel ecológico.

-¿Por qué en lo ecológico?

-La India tiene más de 1.300 millones de habitantes y 300 millones viven con un euro al día y el 70 % dependen de la agricultura. Eso depende de las lluvias, si no la gente se va a las ciudades. Para frenar eso hay que ayudar para que mejoren sus campos.

-¿En qué están centrando sus esfuerzos? ¿Qué es lo más urgente de su trabajo?

-La Fundación Vicente Ferrer es consciente de que la pobreza no se concentra en un solo sitio, sino que se reparte. Por ello trabaja en varios proyectos: educación, ecológico, discapacitados, ayuda a las mujeres, y sanitario. Le damos ayuda a dos millones y medio de habitantes. Cada proyecto tiene sus necesidades.

-¿Puede poner un ejemplo?

-Ahora estamos trabajando en construcción de casas. Una casa vale 2.200 euros y estamos buscando fondos para construirlas para las familias que lo necesitan. Esas casas se ponen a nombre de las mujeres, y así les damos seguridad. También en el sector de la salud o la educación.