Niños de 11 años, tutores contra el acoso en un centro de Monte Alto

La Voz A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

27 may 2017 . Actualizado a las 11:05 h.

«Cuando tú tienes unos zapatos rotos o algo muy viejo o del año 1990 y te dicen: ‘¡Pero si eso ya no se lleva! ¿Por qué llevas esa cosa tan asquerosa?». Eric apunta un detalle que puede derivar en conflicto en un colegio cualquiera y también aquí, en el Víctor López Seoane, un CEIP de 367 alumnos y 30 profesores donde tres grupos de tercero y quinto de primaria participan en un programa de convivencia y prevención del acoso, el TEI (Titoría entre Iguais), que nombra a los mayores tutores de los pequeños. Están en la edad diana del bullying, cuando afecta a más chavales -el 22,7 % de los de quinto-, pues a partir de esta etapa cae la incidencia, aunque la gravedad aumenta. Para Eric y sus compañeros, los insultos y la agresión castigan a niños «porque piensan diferente», «porque no tienen la misma capacidad para aprender», «porque una niña lleva un vestido bonito pero es un poco más ancha que tú», «porque es gitano» o «porque no es como todos». También «porque los que pegan se creen superiores y piensan que pegando se hacen más fuertes. Y no es cierto», explica Alba, o «porque creen que así todo el mundo piensa que son valientes», aclara Elena.

Los niños están aprendiendo a resolver solos conflictos habituales, normalizados, que esconden episodios mayores en potencia, acosos reiterados que sus maestras, Matilde, Ana, Charo, y las coordinadoras, Noa y Elena, les enseñaron al principio para que conocieran a dónde conduce la violencia y «los nudos que hay que deshacer» para frenarla.

Emparejados de modo que las habilidades del niño tutor y el tutorizado se equilibren -porque no siempre el mayor posee más empatía, respeto, las competencias que hay que fortalecer-, los críos acuden a la coordinadora cuando la situación los supera y a menudo una intervención mínima, solo estar presente para que uno pueda hablar y el otro escuchar, resuelve el asunto.

El TEI fue creado por Andrés González Bellido y equipos de las universidades de Barcelona, Santiago y Alicante desarrollan los planes. En el colegio de Monte Alto algunos niños han pedido tutorizar (ayudar) a amigos de otros grupos los que ven faltos de habilidades, y el año que viene el plan se ampliará a los nuevos terceros y quintos. La directora, Carmen Franco, subraya el entusiasmo del equipo, «sin su implicación no se podría hacer», y marca prioridades: «El río Miño lo llevan en el bolsillo [en Google]. Me importa más que aprendan empatía que todo el currículum de primaria».