Desafío deportivo a 30 grados en Riazor

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

CESAR QUIAN

El arenal y los alrededores del Palacio de los Deportes, hasta la bandera en el Día do Deporte na Rúa

19 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

No lo tenía fácil David Ferreiro con sus 7 añitos a cuestas para subirse al escúter de M.A.S. Moto Club, así que tuvo que ser su padre el que lo aupase al asiento para que el monitor le diese la alegría del año: «¡Mi primer viaje en moto!», gritaba asombrado después de la experiencia. «Sí -le decía su padre-, del Playa Club a la rotonda de las Esclavas. ¡Tremenda aventura!».

Pero David ya no le escuchaba. Estaba muy ocupado tirando del brazo de su papá. A diez metros de distancia se disputaba un apasionante partido de tenis que no se quería perder. En la pista, Miguel Barros, de 11 años. Miguel nunca había jugado al tenis, pero se acaba de enganchar con la última victoria de Rafa Nadal en Roland Garros, así que ahora da prioridad a la raqueta. «El fútbol ya lo tengo muy visto», zanjó.

Como él, miles de coruñeses desafiaron los 30 grados del mercurio (a la sombra) para sumarse al Día do Deporte na Rúa e na Praia, en el que participaron también 59 federaciones, clubes y otras entidades vinculadas al ejercicio, la educación y la salud.

Remando al viento

La única brisa reparadora que se podía disfrutar ayer en la ciudad se recibía con entusiasmo a la orilla. A las 11 de la mañana remaban ya los más madrugadores. Muchos acabaron la actividad a remojo. «¡Aquí no hay quien pare!», se preocupaba una madre que vigilaba la canoa de su hijo desde la arena de Riazor.

Entre las disciplinas más exitosas, el zumba, que puso ritmo a las actividades celebradas en el aparcamiento del Palacio de los Deportes. Y sin duda, los paseos en poni. Para los peques, una delicia. Para los que ya no son tan peques y están en edad de competición, el desafío del día consistió en embocar la pelota por los agujeros de una lona que cubría una portería. Es el llamado Chuta Gol, un reto de puntería que desata encendidas pasiones. «No puedo fallar, traigo puesta la camiseta de Andone», presumía Hugo antes de mandar el balón a las nubes. «¡Pero mira que eres manta!». Esta es Mónica, su hermana. Prefiere no arriesgarse. Messi no es lo suyo. «Probaré la esgrima», anuncia.