Los ingresos por sanciones de tráfico se multiplicaron por más de 4 en seis ejercicios
12 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El Ayuntamiento prevé recaudar este año 8,3 millones de euros por multas. Las de circulación, con 6,9 millones, serán la mayoría. A ellas se añaden 200.000 euros por sanciones tributarias y urbanísticas y otros 1,2 millones por las de otras categorías, sobre todo ruidos y demás infracciones medioambientales.
Las cifras, detalladas en el presupuesto, propiciaron en el último pleno un capítulo más del eterno debate sobre las multas, que al parecer son buenas en el gobierno y malas en la oposición.
El PP acusó al PSOE y a los demás partidos que apoyaron las cuentas (Marea, BNG y Cs) de aprobar «un multazo» a los coruñeses. Claro que hace seis años, en el 2014, fueron los populares los que lograron incrementar la recaudación de multas de tráfico de 1,6 a 5 millones. Por entonces, los socialistas les reprochaban «meter la mano en el bolsillo de los coruñeses».
La contradicciones se dan incluso en el mismo mandato. La Marea empezó su gobierno reticente a poner multas en el entorno de los hospitales. En abril del 2017 activó las cámaras de la Marina, que solo en ocho meses pusieron 36.000 sanciones, muchas a usuarios del Abente y Lago.
Discusiones políticas aparte, todos los gobiernos desde el 2010 aumentaron la recaudación por multas. No solo con el fin de engrosar las arcas municipales, sino también de evitar conductas incívicas y que los coches invadan todo espacio libre en la ciudad.
Hace un decenio, los ingresos totales no llegaban a 1,85 millones. La mayoría eran sanciones de tráfico. Las medioambientales sumaban 242.000 euros, y las urbanísticas y tributarias ni se perseguían, con una recaudación prevista de 100 euros cada una.
La sanciones no se cobraban
No es que no se pusiesen multas, es que no se cobraban. Fue el exconcejal popular Julio Flores quien dio la vuelta a la situación. En el 2013 explicaba que cuando llegaron al gobierno solo se cobraban 38 de cada 100 multas. «El problema es doble. Por un lado dejamos de ingresar 10 millones por no cobrarlas, y por otro, los infractores no asumen las consecuencias», explicaba. En aquel año se cobraron 46 de cada 100, pero se aprobó una medida clave: transferir la gestión a la empresa municipal Emvsa con el fin de que se alcanzase el 70 %. Para el 2014 ya se presupuestaron ingresos por cinco millones.
Desde entonces, las cifras apenas han parado de crecer. La Marea aplicó una bajada a 4,2 millones en el 2016 y el 2017, pero en el 2018 se disparó a 5,75 millones tras la instalación de las cámaras de la Marina. Para el 2019 se preveían ingresos de 6,4 millones por sanciones de tráfico, solo 500.000 euros menos que ahora.
Multas medioambientales
También han subido las multas contra las infracciones urbanísticas y tributarias, de aquellos 200 euros del 2010 se ha pasado de forma gradual a 200.000. Más brusco ha sido el aumento en la categoría de otras sanciones, que entre el 2017 y el 2019, pasó de 200.000 euros a 1,2 millones. Una cifra que se mantiene, con el Ayuntamiento cada vez más centrado en controlar el ocio nocturno, y sobre todo el botellón y los problemas por ruidos.
En el caso de la circulación, los 500.000 euros más en multas este año se explican por la campaña contra la doble fila, que la alcaldesa Inés Rey puso en marcha este otoño y que está previsto mantener para mejorar la fluidez del tráfico y prevenir accidentes, sobre todo atropellos, derivados de la falta de visibilidad.
La campaña supuso un refuerzo de la Policía Local en la calle, pero también cuenta con el apoyo de cámaras, ubicadas en avenidas estratégicas como la ronda de Outeiro, San Andrés o Juan Flórez, lo que explica el elevado número de multas. En 20 días de noviembre esos 30 aparatos detectaron más de 4.200 infracciones, que fueron sancionadas.
Más presión contra el coche
En conjunto, en los últimos diez años ha aumentado la presión municipal contra el uso del coche. No solo con la creación de más zonas peatonales, como la Marina, o la implantación del carril bici, sino a través del bolsillo.
Por cada automóvil registrado en la ciudad, el Ayuntamiento percibirá este año 171,9 euros a través de distintos conceptos, cuando en el 2010 cobraba 138,1. Esa presión se ha dirigido, sobre todo, a los vehículos que proceden de fuera de A Coruña. De hecho, la recaudación del IVTM, el impuesto de circulación, ha caído de 13,3 a 11,5 millones. Ha aumentado de forma ligera la tasa de vados, de 1,78 a 2,1 millones.
Los incrementos más importantes se han producido en las multas de tráfico, con el mencionado aumento de 1,6 a 6,9 millones, y en la ORA. La regulación del aparcamiento aportaba 2,26 millones brutos a las arcas municipales en el 2012, ahora está previsto que gane 3,68 millones. Los beneficios se incrementaron a partir de la entrada en vigor del nuevo contrato de gestión, a finales del 2015. Además, en el 2016 se empezaron a tramitar las multas de la zona ORA de forma sistemática, ya que hasta entonces la mayor parte de ellas quedaban sin ejecutar.