Un perro faldero se lanza contra un ladrón y evita el robo de un bolso en A Coruña

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Marcos Miguez

La mascota de una peluquera de Os Mallos «es como un policía sin placa»

11 ene 2024 . Actualizado a las 16:58 h.

Khaleesi es una perra de 7 años a la que solo le falta hablar. Aparenta mansedumbre y destila ternura. Pero cuando se tiene que enfadar le sale el león que lleva dentro. Huele a los delincuentes de lejos. Acurrucada en su cojín de la peluquería ACL, en Ramón Cabanillas, tiene un ojo en la dueña y el otro en la puerta. Y cuando pasa alguien frente al negocio «con malas pintas», se le enciende el mal genio y saca la fiera que lleva dentro. No ataca con balas. Bastan sus gruñidos.

Esta perra es eléctrica. Ya no solo por ser corriente, sino porque cuando hay que defender el fuerte, lo hace con la furia de un miura. La última vez que tuvo que enseñar los dientes fue hace dos semanas y lo cuenta su ama, la peluquera «más protegida de Os Mallos». Se llama Ana y recuerda que aquel día entró una mujer. Era la primera vez que se iba a peinar allí y al entrar le confesó a la propietaria que no le gustaban los perros. «Yo le respondí que Khaleesi era una más en el negocio y si tenía que elegir, ya sabía dónde estaba la puerta. Le expliqué que la perrita es muy tranquila y no molesta», relata la ama.

La señora, una vez que comprobó que la mascota era como una manta caída al suelo, aprobó su presencia. Dejó su bolso junto a la puerta y se sentó para que le lavasen el pelo. En ese proceso, la perra empezó a gruñir. Se alteró. La dueña se preguntó qué era lo que le estaba pasando y al mirar hacia la calle se percató del motivo. «Cuando ve a alguien que no le gusta, como un toxicómano, ya ladra. Es su forma que tiene de decirme que ande con cuidado», recuerda Ana. Ese joven que a Khaleesi no le daba confianza pasó varias veces frente a la puerta. Hasta que en un visto y no visto, la abrió, cogió el bolso de la clienta y la perra, que estaba al fondo de la peluquería, en su sitio, se incorporó y se echó encima del ladrón, que al verse atacado «soltó el botín y echó a correr calle abajo».

La mujer a la que le estaban lavando la cabeza no hizo más que agradecer el buen hacer de la mascota, «sorprendida por lo que puede hacer un animalito que antes de lo que pasó no le gustaba nada».

A Khaleesi la conoce y quiere todo el mundo en el barrio. A la carnicera le hace carantoñas para que le dé un hueso. Su saber estar se comprueba también cuando entran clientas. Permanece callada, no dice ni mu. Y se queda con la cara de la persona que allí se peina, a la que saludará desde su poltrona siempre que la vea. En resumen, la perra es una juerga.

Ana la adoptó cuando abrió el negocio, después de la pandemia. Cuenta que fue al refugio y no se fijó en ella. «Me gustaba otro, pero la vi en el colo de alguien que estaba allí y me enamoré de ella. Hoy no sabría cómo vivir sin sus cariños y sin su protección», dice.

A la peluquería le quedan muchos años de Khaleesi. Calculan que la vida de estos perros herederos de mil razas puede alcanzar los 18 años. Para entonces, quién sabe si hasta le ponen una calle. La mascota más famosa de Os Mallos se lo merece.

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Asaltan cuatro centros de estética en una semana

Los delincuentes parecen haber fijado sus ojos en los últimos días en establecimientos vinculados con el cuidado personal. De Zibá Estética, un establecimiento especializado en manicuras ubicado en el número 3 de la calle San Leopoldo, en el barrio del Agra do Orzán, se llevaron 700 euros en efectivo y un ordenador. Ayer por la mañana, agentes de la Policía Científica se desplazaron hasta allí para tomar huellas y fotografías con las que tratar de dar caza a los cacos, aunque tampoco se descarta que el robo haya sido perpetrado por una única persona.

«Estaba durmiendo y me empezaron a llamar diciendo que me habían robado. Cogí un taxi y cuando llegué aquí ya estaba la policía. Estaba todo revuelto, la caja en el suelo. Se llevarían unos 700 euros y un portátil. Es la primera vez que me pasa y ojalá sea la última», explicó Lara, la encargada del negocio.

Cree que los ladrones decidieron entrar en su establecimiento tras observar el movimiento de clientes. «Es una tienda humilde, pequeña y yo estoy sola. En el banco que hay delante se paran muchos a beber. Me encuentro restos de alcohol, drogas, pises…. Puede que estuvieran mirando y observando hasta que decidieron entrar», añadió todavía con el susto en el cuerpo. Para evitar volver a ser un objetivo de los cacos, la encargada está pensando en colocar una verja.

Un botín similar se llevaron de la barbería Internacional, en Os Mallos. «Llegué el miércoles temprano y vi que no estaba el bombín de la puerta. Lo habían arrancado», explicó Luis, encargado del local. Además del efectivo que encontraron en la caja, «unos 600 euros», se llevaron también un par de máquinas.

Apenas unos metros más abajo, el centro de estética y peluquería de Tina Fernández también recibió la visita indeseada de los cacos. «Cuando entró una empleada a trabajar sobre las cuatro de la tarde se lo encontró dentro. Se llevó unos 150 euros», relató.

También violentaron la entrada de la barbería Julio. «La chapa que tiene la puerta en la parte de abajo va a presión. Con un golpe seco se quita. Es la primera vez en tres décadas que me ocurre y espero que no pase ninguna más», comentó el barbero. El botín en esta ocasión fue de unos 250 euros en metálico y dos máquinas cortapelo. «Desde hace unos años parece una plaga, pero siempre son las mismas personas. Van cambiando de barrio, pero son los mismos», concluyó.