El bloqueo en la tarjeta del cargo por reservar mesa llega a la hostelería de A Coruña

C. Devesa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Quique Vázquez y Ana Señarís, responsables de Terreo, restaurante que ha implantando la obligación de aportar una tarjeta para efectuar una reserva en el local
Quique Vázquez y Ana Señarís, responsables de Terreo, restaurante que ha implantando la obligación de aportar una tarjeta para efectuar una reserva en el local MIGUEL MIRAMONTES

Los negocios se blindan para evitar cancelaciones como las de la pasada Semana Santa

12 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

A las puertas de Semana Santa y con los recuerdos nefastos de la anterior, cuando varios restaurantes experimentaron cancelaciones de último minuto, el sector de la hostelería coruñés sigue sufriendo esta problemática.

Para evitar la pérdida de mesas que quedan libres a última hora, los responsables de los restaurantes valoraron diferentes alternativas. Una de las más comunes fuera de A Coruña es la de pedir una tarjeta bancaria para bloquear el importe y cobrarlo en caso de no show (no aparecer). Ese método es el que utilizan en Terreo. «Fue desde ese momento, desde las cancelaciones durante las vacaciones del pasado año por Pascua. Así, ya no entramos al juego», explica Ana Señarís de Terreo. «Creo que somos los únicos que lo hacemos en A Coruña. Es cierto que hacemos alguna excepción, por ejemplo con personas mayores que no entienden bien lo qué tienen que hacer y que te dicen que si quieres vienen por el restaurante para pagarte antes», apunta la profesional.

Para ellos, instaurar esa fórmula no ha supuesto ningún problema con la clientela. «Lo explicamos para que las personas lo entiendan. Simplemente, es dar los datos, pero no se cobra nada, es solo para en el caso de personas que no aparezcan sin anular previamente», indica. Porque lo que hacen en el restaurante es cargar el importe correspondiente, en casos de no aparecer o a quien no haya avisado con una anterioridad de hasta seis horas y si no consiguen cubrir la mesa. «Es cierto que nosotros tenemos lista de espera, de forma que si surge algún hueco, avisamos», dice Ana.

La hostelera considera esta fórmula el futuro. «Te vas a Madrid y Barcelona y todos los estrella Michelin y otros muchos ya lo hacen, ¿por qué no puede hacerse en A Coruña?». En su caso, señala que aunque no tenían muchas cancelaciones, cuando las sufrían eran costosas. «El año pasado en Navidad nos canceló un grupo de veinte. Entonces, no eran muchas, pero las que teníamos eran duras. Luego, podíamos también tener alguna de parejas», dice Ana, que añade: «Es una pena que no se ponga todo el sector de acuerdo. Si fuera algo común, sería cómo cuando se dejó de fumar en los bares», señala.

Desde Terreo también aclaran que sus mesas son de distintos tamaños, «por lo que no aceptamos reservas de menos personas de las que marca el sistema por espacio, si aun así quieren la mesa, cobraremos 20 euros por persona que falte», indican en su web.

Fianza para reservas grandes

En el caso de Árbore de Veira, que la pasada Semana Santa lamentó sufrir bajas de última hora, —«de 50, nos cancelaron 25»—, expusieron entonces, piden adelantos en el caso de grupos. «Tras esas cancelaciones teníamos la idea de solicitar la tarjeta para hacer el bloqueo, pero analizando el problema, realmente nosotros no sufrimos tantas. Ocurren de forma puntual, sobre todo durante vacaciones, porque hay más gente de fuera. Entonces, igual reservan y si hace buen tiempo, cambian el plan por irse a las Rías Baixas, por ejemplo. Lo que hacemos es todos los días llamar a las personas para reconfirmar y, si anulan, intentamos adjudicar ese hueco a alguien de la lista de espera. Igual en un futuro sí optamos por pedir la tarjeta», expone Iria Espinosa, copropietaria del restaurante.

Luis Veira e Iria Espinosa, de Árbore da Veira
Luis Veira e Iria Espinosa, de Árbore da Veira ANGEL MANSO

De momento, optan por blindar las reservas numerosas. «Cuando son para más de ocho, solicitamos un adelanto de 20 euros por persona en el caso de Taberna 5Mares y, unos 30, en Árbore», explica la cocinera, que dice que la fórmula ha sido bien acogida. «La gente lo entiende, lo que hacemos es cobrar ese anticipo mediante transferencia o en efectivo en el local, como prefieran».

Esa fórmula también la aplican en otros restaurantes, mientras que la de solicitar la tarjeta previamente no acaba de cuajar. «En su día implanté ese método y lo que descubrí fue que al poner el bloqueo perdíamos reservas, ya que funcionaba de manera disuasoria», indica José María Pérez, Pepu, del Grupo Uro, que incluye los locales Uro Rest & Club, Leviatán y Vermutería Chitín. «Es complicado porque, si no te proteges, pierdes, pero, si no lo haces, corres el riesgo de que te fallen y todavía se siguen produciendo muchas cancelaciones». Para minimizarlo, lo que hacen es tratar de reconfirmar todas las reservas. «Es inevitable que al final, a veces, media hora antes se te caiga una mesa de incluso ocho», dice.

Para él, solicitar la tarjeta es viable en función del tipo de restaurante. «Nosotros llenamos Uro con unos 60 comensales, entonces, sin reservar es complicado», comenta el hostelero, que considera que el bloqueo de cargo es una modalidad apta para espacios más pequeños y con lista de espera.Hay gente que reserva en varios restaurantes de moda para asegurarse uno, pero si en el propio día consiguen mesa en su primera opción, anulan los otros», deice.