El juez pone en libertad a un acusado que llevaba año y medio en prisión por abusar de la hija de su expareja en Miño

a. mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La sede del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), en A Coruña
La sede del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), en A Coruña Marcos Miguez

El tribunal tomó la decisión de que saliese de la cárcel al termino del juicio ante una probable sentencia absolutoria

14 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Un hombre fue juzgado ayer en la sección segunda de la Audiencia Provincial como acusado de un delito de agresión sexual a una menor. Le imputaban abusar de una de las hijas de su expareja, que entonces tenía 7 años. El Fiscal solicitó que se le impongan 13 años de prisión, mientras que la defensa, ejercida por Ignacio Espinosa, pidió su libre absolución al entender que la denuncia presentada por la madre era falsa y que lo único que perseguía era cobrar una indemnización de 20.000 euros e irse del país.

El juez no esperó a dictar sentencia. Concluida la vista, dijo: «Vamos a hacer algo inusual y es que las partes se pronuncien sobre la situación personal del acusado», pues lleva año y medio en prisión preventiva. Las acusaciones solicitaron que continuase preso, mientras la defensa pidió su libertad. En eso, el tribunal acordó su inmediata salida de prisión «ante la más que probable sentencia absolutoria», según el abogado Ignacio Espinosa.

Los hechos ocurrieron en octubre del 2022 en Miño, en el domicilio que compartían el acusado, la madre de la menor y sus otras dos hijas. Según manifestó la defensa, en aquellos momentos la denunciante estaba en el paro y la relación estaba a punto de romperse. El procesado recordó que días antes la mujer le había dicho que si se iba de casa le iba a «romper la vida». Días después se presentó en el cuartel para denunciar que su pareja, cuando ella no estaba en casa, realizó tocamientos a su hija de 7 años en el sofá tras ponerle una manta encima y en presencia de otro menor.

El juzgado de Betanzos decretó de inmediato el ingreso en prisión del denunciado, donde continuó hasta ayer.

El letrado de la defensa declaró tras el juicio, que fue a puerta cerrada, que no había prueba alguna para condenar a su cliente, pues «el testimonio de la niña tiene contradicciones y todo apunta que la denuncia se debió al interés de la madre, que carecía de trabajo, en recibir un dinero y abandonar el país». De hecho, al juicio no se presentó ni la mujer ni la víctima.