Los sofás de Chaston

Javier Becerra
Javier Becerra CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

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La sala, que conservaba una buena parte de su decoración original de 1977, se encuentra en estos momentos en plena reforma

15 mar 2024 . Actualizado a las 11:53 h.

Cuando esta pasada Navidad no se encendieron las luces que la discoteca Chaston colgaba todos los años en la calle Costa Rica muchos sentimos el aviso. Podía ser el fin de una era. Esta semana, al ver sus sofás coronando una montaña de escombro en el gran contenedor situado en su puerta, todo se confirmó. La sala, que conservaba una buena parte de su decoración original de 1977, se encuentra en estos momentos en plena reforma. Y toda esa suerte de viaje temporal que generaba en quien bajaba sus escaleras tiene toda la pinta de que va a pasar, nunca mejor dicho, a la historia.

La pista en la que igual se bailó a lo Tony Manero como a lo Georgie Dann no necesitaba de pantallas led y focos móviles de última generación. Se bastaba con el brillo añejo de su bola de espejos para generar la ilusión de flotar en el baile. Eran 47 años acogiendo a diferentes generaciones de coruñeses que, en muchos casos, optaban por tomarse la copa sentados, charlando precisamente en esos sillones. O haciendo, ejem, otras cosas. «¡Ay, si esos sofás hablaran!», se podía leer estos días en las redes sociales. También, ver algunos de ellos ya a la venta en Wallapop por 50 euros. Que aquí el que no corre, vuela.

La imagen genera cierta melancolía. El mundo gira, claro. Y cada vez hay menos gente que vivió la era de la aguja en el surco y las noches en las que no se subían fotos a Instagram. Pero igual que aquellas luces navideñas parecían agarrarse a un siglo XX cada vez más lejano, las maderas fulgentes y las lámparas de Chaston emergían como lo que fue y no volverá a ser. Igual que cuando reformaron el Playa Club en los noventa. O cuando cerró el Kirs en la pasada década. Todo muta. Todo sigue. ¡Pero, ay, ver esos sofás ahí generó una terrible nostalgia!