Varias vecinas de Aranga relatan su odisea de este verano en los centros de salud por la falta de galeno. «A menudo nos vamos sin ser atendidas»
13 nov 2022 . Actualizado a las 11:38 h.Son las once de la mañana del 7 de noviembre. El viento que sopla en el exterior del centro de salud de A Castellana genera una sensación térmica muy por debajo de los 15 grados reales. Pero las vecinas que se han citado con La Voz de Galicia no sienten frío. Su irritación y enfado es como una caldera interior que llevan semanas alimentando. El asunto es fácil de resumir: tanto en este ambulatorio como en el de Muniferral (los dos de que dispone el municipio de Aranga), no han tenido médico ni enfermero sustituto cuando los titulares han cogido vacaciones. Si la doctora de A Castellana se iba, era el médico de Muniferral quien atendía a sus pacientes. Pero estamos en una zona rural, con obligadas visitas a domicilios por ancianos encamados. Y por aquí cruza la A-6, una vía cuyos accidentes obligaba al doctor de turno a salir pitando y dejar horas esperando a sus pacientes que, finalmente, se acababan marchando. El malestar colectivo se ha canalizado en una recogida de firmas por todo el concello y que entregarán a la Consellería de Sanidade. De momento rozan los 400 nombres.
Apostadas en la puerta del centro de salud de A Castellana, cinco mujeres relatan los contratiempos que han vivido este verano especialmente duro. Es la segunda vez que el Sergas no envía sustitutos durante las vacaciones de los empleados sanitarios.
María Jesús Deibe tiene su médico en Muniferral, así que durante un mes tuvo que acudir al otro centro. «Un día cheguei e vin que tanto a doutora como o enfermeiro saían correndo precisamente a Muniferral a atender a un home que vivía ao ladiño do ambulatorio, e morreu dun infarto», señala antes de preguntarse qué habría pasado si hubiera un médico allí en ese momento. En su caso particular, tiene que acudir a un especialista, «pero o sistema non lle permite á doutora que non é a miña pedir esa cita para min, tiven que esperar a que voltara o meu médico de cabeceira». Presentó una reclamación ante el Sergas.
Lucía Vidal tiene asignado el servicio en A Castellana. Recuerda un día en el que vino a recoger el resultado de una analítica. Pero en vez de eso, vio como la doctora y el enfermero se marchaban a Cambás, una aldea elevada a unos 10 kilómetros de allí. «Marchamos todos, e algúns viñeran en taxi e tiveron que pagar o transporte para nada», se queja Vidal, quien acumula una larga lista de incidencias este verano. Por ejemplo, tuvo que agenciarse un traslado para llevar a su tío, un hombre muy mayor, a hacer las curas en Muniferral. Tiene otro tío encamado al que aún no han puesto las vacunas del covid ni de la gripe. Porque el enfermero de A Castellana no se incorporó de sus vacaciones hasta este mismo lunes. En conclusión, todas las personas encamadas de Muniferral tienen las dos vacunas, mientras que los de A Castellana, ninguna. Vuelve a citar la carestía de los taxis, y pide al Ayuntamiento de Aranga que ponga un bus a los centros de salud, imitando al vecino Concello de Irixoa.
Pilar Calvo llegó con su hijo al centro de salud con evidentes síntomas de gripe el pasado 10 de octubre. Pero estaban en una urgencia. Solicitó entonces una analítica que aún no se ha podido conceder en el día que habla con este periodista. «Estás a velas vir todo o rato», sentencia.
También María Iglesias tuvo que esperar 20 días por una analítica para su hijo Dani, «porque non había practicante». Ella está especialmente contenta con la profesionalidad de la doctora Quintela, la titular de A Castellana, pero considera que la falta de médicos sustitutos durante el verano compromete a toda la población y estresa a los propios profesionales.
Sandra Pena recogió la indignación colectiva especialmente por Facebook, comprobó que casi todos los vecinos se quejaban de esta situación y propuso una recogida de firmas que se está realizando entre varas personas desde hace tres semanas.
El Sergas apela a la falta de profesionales en el mercado laboral
Fuentes del Sergas apelan a la organización y disposición de los centros asistenciales, además de a la falta de profesionales. «Ante la ausencia de un facultativo, ya sea por motivos personales o por vacaciones y, ante la escasez de médicos en el mercado laboral para cubrir bajas puntuales, la actividad en el área sanitaria de A Coruña se ha organizado de tal modo que los puntos asistenciales estén operativos centralizando la atención y manteniendo el servicio, sin repercutir en su calidad», apuntan desde la Administración sanitaria, que agradece públicamente «y de forma encarecida la labor realizada por los profesionales de los distintos centros asistenciales del área sanitaria».