«Hay que facilitar que los jóvenes se queden en el rural»

claudia vázquez, e. s. PADERNE / LA VOZ

BETANZOS

César Delgado

El Plantel Comarcal de Betanzos lleva a cabo una iniciativa para promover la agricultura local

26 sep 2016 . Actualizado a las 10:01 h.

El Plantel Comarcal de Betanzos, normalmente centrado en la fabricación de abonos y piensos, está llevando a cabo una nueva iniciativa para la revitalización del medio rural. La organización se ha unido a dieciséis agricultores de la zona y se encarga de ofrecerles apoyo técnico y ayuda para el envasado y comercialización a cambio de que ellos cultiven sus tierras.

Diez de estos agricultores tienen entre 20 y 30 años: «Las nuevas generaciones son mayoría», apunta José Antonio Quintián, presidente del plantel, «en estos momentos en que la gente se está yendo del rural y está quedando despoblado, es muy importante facilitar a los jóvenes que se queden y mantengan la agricultura y la ganadería, que son realmente una base fundamental de nuestra sociedad».

«Nosotros ponemos a disposición de los agricultores un técnico agrícola que se encarga de asesorarles. Les explica qué es lo que deben plantar en cada época del año, cómo hacerlo, cuándo y de qué manera recolectarlo, etc. También les ayuda a cuidar la tierra. Estudia qué tipo de tierra es, qué abono necesita y qué se puede plantar en ella. De momento solo tenemos uno, que por ahora es suficiente», explica José Antonio Quintián.

Otra de las tareas fundamentales del técnico, afirma, es la coordinación de las plantaciones: «Ahora mismo estamos plantando repollo y acaban de salir judía, tomate, pimiento, cebolla y puerro. El técnico debe controlar cuantos planta cada uno para hacer la previsión de ventas».

El plantel cuenta con una planta de envasado equipada con toda la maquinaria necesaria. Una vez recibe la mercancía se encarga de comercializarla: «Vendemos tanto al por menor, en un puesto que hemos habilitado en el plantel, como a supermercados, plazas o mercados. También realizamos intercambios con otras cooperativas, si les hace falta algo se lo damos y lo mismo hacen ellos por nosotros». También apunta que «al plantel le hacía falta una sección de huerta, era una demanda desde hace mucho tiempo».

La cooperativa asume los gastos de empaquetado y comercialización y el sueldo del técnico. Además, paga mensualmente a los agricultores conforme al albarán que especifique la mercancía que entregaron durante el mes.

«No se trata de obtener beneficio para nosotros, si no de que todos juntos podamos sacar algo adelante», explica José Antonio Quintián. Con esta idea los agricultores pueden cultivar sus tierras sin tener que realizar una gran inversión y el plantel puede venderles el abono que produce. Y, sobre todo, «conseguimos revitalizar la agricultura local y damos a la gente un modo de vida».