Montoro arrasa por 10 céntimos

Toni Silva BETANZOS / LA VOZ

BETANZOS

S. Rodríguez

Hacienda obliga a pagar 638 euros a una betanceira que habría quedado exenta del IRPF por menos de un euro

26 jul 2017 . Actualizado a las 07:56 h.

Esta semana se cumplirá un mes del cierre del plazo de cumplir con Hacienda. Ya han pasado cuatro semanas de las colas de los más rezagados en los bancos para cumplir con el fisco. Pero en casa de Margot Martínez oír la palabra hacienda sigue escociendo como si la afrenta que se relata a continuación hubiera ocurrido ayer mismo, día del Apóstol.

Esta vecina de Betanzos se quedó en el paro en noviembre del 2015 después de más de una década trabajando en una cadena de tiendas locales que no pudo hacer frente a las crisis. Pero tres meses después, en febrero del 2016, encontró un nuevo empleo en el que sigue desde entonces. Es decir, en el 2016 tuvo dos pagadores: el Estado que le ingresó el paro y su nueva nómina, con lo que Hacienda le obligaba a presentar la declaración si superaba los 12.000 euros anuales.

«Y los superaba, claro, y por eso la hice, aunque suelo hacerla para pedir becas para mi hijo, que está en la universidad», explica Margot Martínez, quien hoy despacha en una céntrica mercería de Betanzos. Como la situación era nueva para ella (dos pagadores en el mismo ejercicio fiscal), optó por pedir cita después de hacer ella misma el borrador de Hacienda. «Ya me daba a pagar esa burrada -dice en relación a los más 600 euros-, así que pensé que habría hecho algo mal». Y no pudo haber más suspense y tensión porque en la Administración local de Hacienda le dieron cita para el 30 de junio «a las 13.45 horas», cuando estaba a punto de expirar el plazo para presentar la declaración. Recuerda que la funcionaria fue «atentísima y amabilísima», pero no por ello le trasladó buenas noticias. «Imagínate la cara que se me queda cuando me dicen que tenía el borrador casi perfecto, que tenía que pagar a Hacienda 638,93 euros», recuerda Margot, cuya indignación se multiplicó entonces cuando la funcionaria le desveló que estaba obligada a rendir cuentas al Fisco por solo 10 céntimos de euros. «Si hubiera ganado 10 céntimos menos en el 2016 ahora esos más de 600 euros serían míos», reflexiona Margot, quien tuvo que reponerse del disgusto para encarar su lucha contra el reloj y evitar así el recargo por pagar fuera de plazo.

«Obviamente en algún punto tienen que poner los límites para pagar o no pagar, eso se entiende, pero creo que los casos como el mío deberían estudiarse más en profundidad -explica Margot-; por ejemplo, a Hacienda no le importa que yo sea una mujer divorciada con un hijo a mi cargo. Estoy de acuerdo con la solidaridad impositiva, pero a veces el sistema no es justo».

Otros casos

Lejos de ocultar su problema, no duda en exponerlo entre su entorno y sus amistades. Así ha podido conocer casos similares al suyo. «Una clienta me contó que a su marido le negaron la ayuda familiar por cinco céntimos, es sangrante», dice.

Enrique Sanmartín, de la Asesoría Alonso de Betanzos, se ha encontrado con numerosos casos como el de Margot cuando prepara las declaraciones de la renta de sus clientes. «A veces no se aplican bien las retenciones y por eso Hacienda da esos sustos, pero no es justo que alguien que gana poco más de 12.000 tengan que pagar cuando otros de 20.000, con un único pagador, quedan exentos», dice Enrique.