El Bloque incluyó cientos de aportaciones de residentes que les llegaron por correo ordinario o a través de su página web
25 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.En la era de la política posmoderna, el BNG presenta un programa de los de antes: exhaustivo, elaborado y sin dibujitos. Son 1.200 propuestas recolectadas por toda la ciudad, durante el mandato, en reuniones vecinales, por correo ordinario y a través de la página web del Bloque.
El candidato Xosé Manuel Carril afirmó sobre el documento: «O pobo non ten medo, ten fame, por iso facemos pan co noso programa», y recalcó que está redactado «sen aditivos, sen presas (...) como un facer colectivo e artesanal e non como algo individual, industrial e de márketing».
El programa se articula en seis grandes bloques «A Coruña pública, galega, mariñeira, social, ética e de barrios», en el último se detallan numerosas actuaciones en todas las zonas de la urbe, incluyendo pequeñas intervenciones como la ampliación de una parada de autobús en el número 7 de la avenida de Glasgow, hasta actuaciones de calado como la construcción de una nueva biblioteca en Palavea.
Ese es una de las grandes diferencias con el programa de la Marea, el mayor competidor electoral del BNG, que «adoptó» muchas de las propuestas plantadas por los nacionalistas en este mandato. La Marea no detalló obras en su programa a la espera de concertarlas y financiarlas tras las elecciones a través presupuestos participativos. Pero los nacionalistas, a pesar del nivel de detalle de sus capítulo sobre los barrios, también apuestan por la participación de los vecinos e incluyen los presupuestos participativos que defendieron durante el mandato actual.
Carril evitó entrar en comparaciones en su presentación. De hecho, el programa no hace ninguna referencia a otros partidos. «É un programa en positivo», recalcó, en el que destaca la preocupación por infraestructuras estratégicas como Alvedro, con una propuesta para garantizar las conexiones con Londres, París, Ámsterdam y Fráncfort; pero también la eliminación de toda la simbología franquista de la ciudad o la potenciación de la oferta cultural. Carril admitió en la presentación que algunas propuestas «feitas dende a coherencia, e non en clave electoral, poden ter o seu custe en votos» para los nacionalistas. Entre otras citó la modificación del plan del Ofimático para proteger el núcleo de Elviña o cambiar la concesión de la Compañía de Tranvías.