Atragantados de buenas noticias

Manuel González PERIODISTA

A CORUÑA CIUDAD

17 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Atragantados de buenas noticias. Esto es un alud. Una especie de saturnalia de buenas noticias. Un verdadero no parar. A una semana justa de las elecciones municipales del próximo 24 de mayo, todos los partidos políticos pretenden complacernos. Entre inauguraciones, reinauguraciones, aperturas de viales, rebacheo de calles, promesas y demás, los políticos y políticas, de todo signo y color, se muestran casi serviles.

Todos y todas se esfuerzan estos días en contarnos buenas noticias, al tiempo que nos muestran su mejor cara, la más amable. Así que les recomiendo que aprovechen el tiempo para ir comprando algún tipo de tranquilizante o ingiriendo buenas dosis de tila mañanera porque esto, de aquí al próximo domingo, va a ser un auténtico carrusel de propuestas, la mayoría de ellas irrealizables, que solo tienen un objetivo: conseguir el voto. Seguro. Porque todo lo que los partidos políticos, (unos y otros, los que gobiernan y los que están en la oposición) coaliciones, bloques y mareas ciudadanas no han hecho en cuatro años lo quieren resolver ahora. A toda prisa y corriendo, ya que, entre otras cuestiones, hay en juego muchos puestos de trabajo: alcaldes, concejales, asesores, empresas afines, etcétera.

Seguro que de aquí hasta el próximo domingo esto va a ser un sinvivir. Tanta felicidad. Tantas y tan buenas noticias. Tanto puedo prometer y prometo para luego seguramente no cumplir que o nos atragantamos o vamos a sufrir de empacho. Como si viviésemos en el país de las maravillas, que evidentemente no es el caso.

Desde el inicio de la campaña he seguido con atención (no podría ser de otra manera) las intervenciones de los cabezas de lista en los Desayunos Electorales que organiza la Asociación de la Prensa de La Coruña con la colaboración del Hotel NH Atlántico. Todos han coincidido en lo mismo: en realizar promesas que no van a poder cumplir. Y si no, al tiempo. Ni unos, ni otros. Ni los que están ni los que van a venir.

Por ello, interpelé a mi gurú, a mi maestro electoral, al que nunca falla:

-«Eugenio, ¿qué va a ocurrir el 24-M?», le dije.

-«Lo más seguro es que quién sabe?», me contestó.