Exposición de pintura en una lencería

A CORUÑA CIUDAD

31 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«Tenía una sala un poco sosa y pensé, si en bares, cafeterías y otros lugares se hacen exposiciones porqué no aquí», comenta Gema Casal, propietaria de la tienda de lencería Los deseos de Eva, ubicada en el primer piso de la preciosa Casa Viturro de la calle Compostela. Solo faltaba encontrar a los artistas. Primero apareció una amiga de su hermana. Esta a su vez conocía a otra pintora. La tercera fue la hija de una clienta y a la cuarta se la presentó una amiga. Desde hace unos días Luisa Couto, Mara Balmaceda, Esther Raindo e Inés Casares cuelgan sus obras de arte al lado de sujetadores y corsés. «Abrí en enero. Hay gran variedad de tallas y un apartado para mujeres mastectomizadas. Ahora cuando un marido acompaña a su mujer a hacer una compra se puede entretener viendo los cuadros», destaca Gema sonriente.

Sabores de la memoria

Cristina Miguélez, con raíces en Ares y Ferrol y residente desde hace años en Ibiza, me explica el porqué del título del libro que ayer presentó en Arenas, Sabores de la memoria. De Ibiza a Compostela. «Nací en una casa donde todas las mujeres cocinaban de maravilla. Mi madre, las abuelas, las tías... Eran muy de cuidar la materia prima y eran capaces de hacer algo exquisito con harina y agua. Me marché a estudiar fuera con 18 años y, más adelante, cuando formé mi propia familia en Ibiza me tuve que poner a cocinar y me di cuenta de que a pesar de haber pasado la infancia con maestras no había aprendido nada, pero se me quedaron grabados en la memoria los sabores, los aromas...», explica. En tierras Baleares, muy cosmopolitas, conoció cocinas de otros países y toda esa sabiduría la vuelca en un trabajo que en su día se presentó en Ibiza y ahora, coincidiendo que está aquí pasando el verano, en A Coruña. Recetas, historias de gastronomía e ingredientes forman parte de este libro. Javier Ozores acompañó a la autora que deja una moraleja. «Todas las recetas las compartimos toda la humanidad. No hay tantas diferencias», sentencia Cristina, que decidió titular De Ibiza a Compostela porque «por allí se conoce más que Ares».

Vinos de altura

Hubo suerte. Programar una cata en Galicia en el exterior, aunque sea verano, siempre es un deporte de riesgo. Pero el lunes a las siete de la tarde en la espectacular terraza de la planta alta del hotel Plaza de A Coruña hasta hacía calor. Este novedoso espacio del establecimiento propiedad de José Blanco fue el lugar elegido por Bodegas Gargalo y su representante en A Coruña, Zapata, para dar a conocer la cosecha del 2014 y brindar por el título de mejor blanco gallego que obtuvo hace poco el treixadura con albariño. «Estamos en Galicia, pero a orillas del Támega, que es afluente del Duero, y eso da una personalidad especial a nuestros vinos», comentó Ángel Germade durante la presentación. Un grupo en directo interpretando música muy agradable, unos pinchos variados, incluidos cuencos de cebiche, un buen vino blanco bien fresquito y todo al lado del cielo de Cuatro Caminos. Buen plan.