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Parte del equipamiento de las unidades, como los sillones, se han renovado recientemente.
Parte del equipamiento de las unidades, como los sillones, se han renovado recientemente. marcos míguez

Las unidades de salud bucodental de los centros de salud de atención primaria, que atienden a más de 110.000 personas cada año, renuevan sus equipamientos

24 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las unidades de salud bucodental se renuevan. Poco a poco, estos equipos herederos de aquellas consultas que solo se dedicaban a sacar muelas han ido adquiriendo peso y capacidad resolutiva y en la actualidad practican casi 112.000 consultas al año. Con sillones de estreno en dos de los nueve grupos ubicados en cuatro centros de la ciudad, los de San José y el Abente y Lago, la Xerencia de Xestión Integrada de A Coruña computó en el último año una inversión cercana a los 100.000 euros para mejora de dotación y material.

Las unidades reivindican su papel, dado que «somos de los profesionales más visitados dentro de la Atención Primaria», subraya Mariela Cousido, odontóloga del centro de salud de San José. En contra de la creencia generalizada, «una agenda normal la dividimos casi al 50 % entre atención programada y espontánea y vemos tantos niños como adultos», apunta. Además de los dos programas protocolizados de atención a la infancia y a la mujer embarazada, se encargan de otras actuaciones, como la asistencia integral de los niños tutelados por la Xunta, mediante convenio con Política Social, o la atención a personas con discapacidad física y psíquica, a través de un acuerdo entre la Universidade y el Sergas.

La exploración preventiva de la cavidad oral, la aplicación de flúor tópico, la educación en hábitos saludables, el diagnóstico de maloclusiones, los sellados, el registro dental, las limpiezas, y la valoración de necesidades de tratamiento forman parte de su actividad habitual con los menores, y de igual manera asumen la asistencia específica a las gestantes, al margen de llevar a cabo el tratamiento de traumatismos óseodentales, las heridas y lesiones de la mucosa oral, la patología aguda, extracciones, cirugías menores... y se han apuntado también a la telemedicina para agilizar la asistencia y evitar desplazamientos a los pacientes. «Para niños de hasta 15 años cubrimos todo salvo las ortodoncias, y en adultos -al margen de las embarazadas-, hacemos revisiones, limpiezas, el despistaje del cáncer oral...», explica Cousido.

La crisis y la incertidumbre de las franquicias tira de las consultas

«La sanidad gallega fue pionera en crear estas unidades y hemos conseguido unos niveles de salud bucodental superiores a la media española», recalca Cousido antes de recordar cuántas complicaciones se han evitado con, por ejemplo, programas como el de control de la caries.

Por su cercana posición a la ciudadanía, los odontólogos de primaria han percibido el impacto de la crisis y «no solo porque hay gente que no puede arreglarse la boca, sino porque se resiente la dieta y la higiene dental, no todo el mundo puede comprarse los colutorios, la seda dental...». Esto unido a la incertidumbre generada por la quiebra de algunas marcas ha hecho también que aumenten las consultas recabando una segunda opinión sobre el diagnóstico en una clínica.

Para tratar de facilitar el acceso a tratamientos que no cubre el sistema público, mantienen contactos no solo con los servicios de Trabajo Social, sino con el colegio de odontólogos y con la Universidad como vías de salida a los casos más graves.