Partidos eléctricos en San Pedro de Visma

La Voz CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA CIUDAD

17 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Conocíamos los coruñeses la eficacia del cierre de finca hecho con vallas de obra, las excelencias de la cocina bilbaína reutilizada como buzón de correos e incluso el notable rendimiento gastronómico del somier-parrilla en sardiñadas masivas, pero nunca hasta la fecha las chapuzas gallegas habían explorado el territorio virgen del campo de fútbol con torre de media tensión anexa, como el que está listo para ser inaugurado en San Pedro de Visma. Allí, si nadie lo remedia, los chavales de las distintas ligas de fútbol de A Coruña corretearán tras el balón al amparo de los 15.000 voltios que llevan los cables que cuelgan sobre el terreno de juego.

Con todo preparado para la puesta en marcha de las instalaciones, la torre sigue ahí, plantada tras una de las porterías, porque queda un trámite pendiente para desmantelarla: faltan un par de documentos. Esta burocracia, tan nuestra, inflama la vena patriótica del más apátrida: el parque público está listo, el campo de fútbol, también, pero quedan dos papeles para cargarse la torre, y a saber lo que tardarán en salir de los despachos, pues los causantes del entuerto no se ponen de acuerdo en cuestión de responsabilidades y el asunto se va dilatando.

Hay que admitir que la torreta tiene sus ventajas: será relativamente fácil acoplarle un marcador que complete el adefesio, la estructura metálica interceptará algún que otro furón evitando innecesarios desplazamientos a por la pelota y, además, siempre se puede sacar un cable para calentar el agua en los vestuarios y dar luz a la instalación. Por otro lado, el temor que infunden los voltios suavizará las críticas de los valientes que por ver los partidos de sus hijos sufren cada invierno los rigores meteorológicos de los campos de fútbol de la Torre, exentos al menos de avatares eléctricos. Es decir, que en la balanza de los padres pesará más el frío que las pesadillas del arco voltaico.

El amasijo de hierro seguirá de momento en Visma, pero al menos ahora sabemos que no es imposible desactivar la electricidad por métodos de lo más mundanos. El mejor ejemplo lo tenemos en el apagón de dos horas que sufrió la Zapateira el martes pasado solo porque un pájaro tuvo a bien posarse sobre el tendido, gracia que dejó sin luz a más de 1.600 usuarios. Según esto, basta con freír un pollo en el cable cada domingo de partido para neutralizar cualquier peligro en Visma. Después, siempre se puede organizar una rifa de pechugas y muslos de alto voltaje para atraer más público y crear afición.

Mientras las autoridades se toman su tiempo, los chavales del barrio han decidido inaugurar los campos por su cuenta y ya disputan partidos a pie de torreta; duelos eléctricos en San Pedro.