Inquietud en la plaza de Azcárraga por la presencia de drogadictos

Emiliano Mouzo A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

CéSAR QUIAN

Unos niños encontraron varias jeringuillas ensangrentadas mientras jugaban

24 sep 2016 . Actualizado a las 22:44 h.

Un niño de diez años se topó a las siete de la tarde del pasado jueves en la parte superior de la plaza de Azcárraga con varias jeringuillas ensangrentadas. Estaban encima del muro y en el suelo cuando se las encontró mientras jugaba con unos amigos. «Había varias jeringuillas llenas de sangre, papeles ensangrentados, gomas similares a las que utilizan las enfermeras cuando vas a hacer una analítica, un vaso de plástico con residuos... Un triste escenario como ocurría en esta zona en los años 80», relata J. A., empleado de un negocio ubicado en la zona.

El pequeño corrió hacia el negocio de su madre, a escasos metros del lugar. «Venía todo alarmado. Me dijo gritando que en la plaza había jeringuillas y muchos papeles llenos de sangre», manifestó la madre del chico. Ella no se lo pensó dos veces y cerró con llave la puerta de su establecimiento. «Una amiga, madre de otro niño, y yo fuimos hasta allí. Y encima del muro y en el suelo de la esquina de la calle Damas con la plaza vimos lo que hacía muchos años que no ocurría en esta zona», subrayó la mujer.

Para esta empresaria de la plaza de Azcárraga es preocupante, además, el hecho de que los drogadictos «tuvieron que inyectarse la droga durante la tarde, después de las seis menos cuarto, porque a esa hora pasé yo y todo estaba limpio», dijo. No entiende que nadie se hubiese alarmado. A esa hora «las terrazas de los dos bares que hay allí estaban llenas. ¿Nadie les vio? ¿No les pudieron llamar al orden, o por lo menos indicarles que limpiasen los restos?», se preguntó la mujer. La empresaria llamó de inmediato al 010, a la Policía Local y al 091. «Ni un agente vino por aquí, mandaron una barredora. ¡Qué diferencia cuando llegan a todo trapo a multar a los coches!», subraya la madre del niño.

Trapicheo diario y amenazas

La situación que tiene preocupados a vecinos y comerciantes de la plaza de Azcárraga «comenzó hace casi un año», recordó un empleado de una entidad financiera. Dicen que fue cuando llegó a la zona un hombre, de unos 45 años, al que responsabilizan de la venta de drogas en esta zona de la ciudad. «Los compradores, en la mayoría de los casos, se pinchan nada más recibir la droga, en plena calle, como sucedió el pasado jueves», dijo. Pero también utilizan el cajero automático interior de la financiera en la que trabaja este hombre, «lo que nos obligó a cerrarlo cuando nos íbamos de la oficina, ya que por las mañanas, además de tener que esperar a que saliese esa persona, que duerme dentro, teníamos que llamar a una empresa para que limpiasen los restos de sangre y nos retirasen las jeringuillas que dejaban», subrayó.

Los empleados le recriminaron su comportamiento, «y nos amenazó en varias ocasiones». Cuando reabrió el cajero, «el problema volvió». Los empresarios de la zona están barajando la posibilidad de solicitar a la policía, «de forma conjunta», que tomen medidas.