El alcalde ya no quiere botellón en Méndez Núñez y sugiere el Parrote

Javier Becerra
javier becerra A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

eduardo pérez

Vecinos y hosteleros de la zona recién remozada dicen que se opondrán frontalmente

23 oct 2016 . Actualizado a las 01:00 h.

Cambio total en la postura del Ayuntamiento respecto a la práctica del botellón en los jardines de Méndez Núñez. Si hasta ahora el discurso de la Marea Atlántica se había articulado de modo abstracto en torno a la educación y diálogo, la no criminalización juvenil y negar la relación entre esas reuniones nocturnas y los destrozos mientras todo seguía igual, ayer Xulio Ferreiro anunció un golpe de timón. La dirección es clara: eliminar el botellón de Méndez Núñez.

En declaraciones efectuadas en el programa Voces de A Coruña de Radio Voz, Ferreiro señaló su intención de «mover o botellón dos xardíns». De hecho, aseguró que esta misma semana había hablado del tema con el jefe de la Policía Local para buscar una solución definitiva a «unha problemática que leva moitos anos nesta cidade».

El problema, tal y como lo expuso en antena, radica básicamente en el castigo que «está sufrindo a vexetación». Pero, sobre todo, en la imposibilidad de cambiar la actitud de algunos de los asiduos a esas concentraciones. «Non son tan inxenuo a sei que a determinadas horas con alcohol hai xente que, por moito que fales con ela, non se vai a comportar», admitió Ferreiro.

Desde que se prohibió la práctica del botellón en las plazas de Azcárraga y el Humor en el año 2008, este se instaló en Méndez Núñez. En ocasiones allí se reúnen más de 2.000 personas, siendo los sábados y los jueves los días claves. Aunque se ha extendido ocasionalmente a puntos como la Colegiata, la plaza de Lugo o el propio Obelisco, el jardín lleva siendo durante todos estos años su centro neurálgico.

«No lo queremos en el Parrote»

El fin del botellón en Méndez Núñez no supondrá su prohibición total. Xulio Ferreiro cuenta con su desplazamiento. «Ao mellor si que hai lugares onde mover o botellón», reflexionó en Radio Voz antes de sugerir el Parrote como destino. Estas palabras han generado inquietud entre los vecinos y hosteleros de la zona, temerosos de volver a épocas pasadas que creían ya superadas. «No queremos el botellón en el Parrote. Eso no nos va a traer nada bueno», exponía Jorge Espasandín del bar La Dársena al poco de trascender la noticia. «Este es un sitio emblemático en A Coruña y ya hemos visto aquí las pandillas cómo quedaban para pelearse y cómo quedaba todo roto los fines de semanas. Que se promueva el botellón desde el Ayuntamiento no haría sino empeorar la situación».

Desde la asociación de vecinos de la Ciudad Vieja tampoco se ha recibido bien la sugerencia del alcalde. Les suena a ya vivido. «Hace tiempo había botellón en la plaza de Azcárraga y los vecinos protestaron, incluso haciéndole una cacerolada al entonces alcalde, Javier Losada», recordaba Pedro Roque, el presidente vecinal. «No es bienvenido aquí el botellón ni será bien acogido nunca -añadía-. Afectará además al turismo náutico y no aportará nada al buen uso del entorno. De focalizarse aquí lo único para lo que servirá es para que cada vez menos gente quiera vivir aquí».