El sueño incumplido de Pablo Iglesias para aliviar la avenida

Rafael Astor TRIBUNA ABIERTA

A CORUÑA CIUDAD

19 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los accesos a A Coruña se reducen al eje de penetración histórico, formado por la avenida Alfonso Molina -donde se unen la mayoría de los viales con destino a la ciudad- y su sensiblemente paralela avenida de A Pasaxe, que no logra aliviar a la anterior, en parte por el diseño de sus dos cabezas, el remate en un cruce con semáforos, delante de la Casa del Mar, donde se forman por horas largas colas a pesar del relativamente bajo aforo. Por otro lado, se cambió en fase de obra la conexión de este vial con el puente de A Pasaxe, con lo cual se debe ceder el paso siguiendo por la antigua N-VI. Estos dos problemas ayudan a aminorar la apetencia del conductor en el momento de dirigirse al centro, pero también hay otro factor que pesa en la decisión. Si el conductor no va al centro y se dirige a los polígonos, el acceso es claramente mejor desde Alfonso Molina, al estar resuelto desde la avenida de A Pasaxe con un túnel urbano que sufre la natural congestión a su paso por Matogrande. Si exceptuamos el acceso de Finisterre, con sus dos carreteras, una ya calle, desde Arteixo y la AG-55, el actual panorama de accesos se reduce a lo escrito.

Mucho se dice sobre la responsabilidad de la hermosa configuración de A Coruña, cuya península determina estas dificultades de comunicación. Es evidente que al estar rodeada de mar, las posibilidades de acceso disminuyen, pero también es cierto que otras posibilidades no solo no se han aprovechado, sino que se han desperdiciado claramente.

Con la costumbre española de construir la universidad lejos de la ciudad, con el consiguiente transporte diario de profesores y alumnos, al menos dos veces al día, además de aumentar notablemente el caudal de vehículos por Alfonso Molina, se impidió un más que lógico trazado de un vial que, soñado por el ingeniero Pablo Iglesias Atocha, y que tenía por nombre Viramontes, permitía el drenaje en la parte alta de Alfonso Molina, uniendo este punto con Pocomaco y Bens. Con él no se tendría que ir hasta Ponte da Pedra para girar a la izquierda y meterse en un rosario de nudos permanentemente congestionados.

La red viaria de Oleiros, estudiada y optimizada en el PGOU, prevé entre otras vías, dos conexiones con A Coruña. Por un lado, los vehículos procedentes de la costa, después de rebasar Santa Cruz, a la altura del alto de Coruxo, dispondrían de un vial en forma de Y que une este punto con la entrada de la AP-9 en el Paraguas, el otro brazo conduce hasta el paso superior sobre la N-VI en O Seixo, Si se dota de una vez por todas a la AP-9 de una salida en A Corveira, previa al enlace con Alfonso Molina, que permita realizar el trayecto previsto por Pablo Iglesias con su Viramontes, se conectaría tangencialmente este tráfico que no va al centro sin afectar a los saturados accesos coruñeses. Por otro lado la previsión en el PGOU de Oleiros de desdoblar el puente de A Pasaxe, cumple también varios deseos: separar tráfico de media distancia, por el puente actual, del tráfico local, por el puente nuevo, disponiendo de las mismas conexiones y evitando los peligrosísimos tramos de trenzado que tantos accidentes han causado. Por otro lado, después de la eliminación del peligroso nudo de Perrillo, permite el soterramiento de la N-VI entre el puente y el ensanche actual de la N-VI a la altura del «giro a la indonesia». En una zona tan urbana como es esta, es una opción de futuro que su primer tramo de soterramiento está en fase de proyecto por el Ministerio de Fomento. Con esta solución se disminuye notablemente el tráfico en la congestionada Alfonso Molina, al desembocar el puente nuevo claramente a la avenida de A Pasaxe.