«Las damas silenciosas», un canto a la libertad de las mujeres

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

La defensa de los más débiles impregna la novela de Eloy Gayán, presentada anoche en A Coruña

21 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Una mujer, Elisa Arrieta, en busca de su identidad; la trama de un posible asesinato vinculado a un beaterio de Lovaina (Bélgica); y el telón de fondo de la España del siglo XIX son las vigas maestras de la novela Las damas silenciosas, que fue presentada anoche en el Sporting Club Casino de A Coruña por su autor, Eloy Gayán Rodríguez (Oviedo, 1964). Le acompañaron los escritores Luis Anguita y Begoña Picón.

Gayán, que pasó por la mañana por los micrófonos del programa Voces de A Coruña, de Radio Voz, concibe su obra como un canto «a la libertad de las mujeres, a la lucha y a la entereza», con una conexión con la sociedad actual: el deseo de reconocimiento de los derechos de la mujer en un mundo «complejo» en el que hoy vive la propia hija del autor, «de diez años», anota.

Esa sensibilidad es en realidad una apuesta a ultranza por la protección «de los débiles», una constante en toda la novela, editada por Carena y que se puede adquirir en las principales librerías.

La búsqueda de la justicia ha sido también un reto vital y profesional para Eloy Gayán, vinculado desde 1993 a la Universidade da Coruña, donde fue decano de Derecho entre los años 2005 y 2013. Ese desafío salta ahora a una novela desde la que busca, más allá del argumento, una reflexión profunda en una sociedad «que parece disimular la existencia de estos derechos y vulnerar su cumplimiento».

Elisa, la protagonista, inicia en esta obra un itinerario que la llevará a descubrir «la mentira, las desigualdades sociales, la vida en sí», explicó Gayán. Un recorrido que, de nuevo, conecta con nuestra sociedad actual a través de una juventud a la que es preciso enviar el mensaje de que, a veces, «la vida no es sencilla, sino muy dura», porque muchos jóvenes «lo desconocen y viven un poco aislados» de todo esto. Y aquella sociedad del XIX, concluye, abre en las páginas del libro todo un abanico de realidades «extrapolables».