«Hay vida más arriba de la Toquera; el verdadero feísmo está aquí», asegura una vecina de la fachada marítima del barrio
13 mar 2017 . Actualizado a las 07:43 h.Minutos después de las diez de la mañana pasa por As Xubias el tren para A Coruña. Un nutrido grupo de gatos suele remolonear, si no llueve, alrededor de una mesa de madera y ni se inmutaban. En dirección hacia el hospital Materno han limpiado la maleza en una de las fincas. Es de las pocas excepciones porque la mayor parte de las traseras de las viviendas que dan al único vial que pasa por aquí están cubiertas de maleza y residuos. Una vecina de la zona pregunta: «¿Es usted el dueño de esa finca?». Ante la respuesta negativa detalla que ya la han vendido dos veces a gente de fuera del barrio. Eso no le gusta. Y sobre una casa tapiada explica la mujer que está así desde hace tiempo «porque si mete un matrimonio con hijos pues vale, está bien que tengan un sitio, pero si se mete otra gente no puede ser». Asegura que hay muchos intrusos.
Otra vecina muestra un buen número de escritos y fotografías que, según dice, ha remitido al Ayuntamiento sobre diversas irregularidades, pero no ha recibido ninguna respuesta. «Hay vida más arriba de la Toquera; el verdadero feísmo está aquí», sostiene la mujer, aludiendo a la zona del barrio más próxima la Materno. Lo hace momentos antes de ser duramente increpada por un vecino desde una ventana. Este último pide que se comprueben los datos que aporta la mujer.
En la parte de atrás de las casas, hay un paraíso perdido: las espectaculares vistas sobre la ría, imágenes de postal, aparecen distorsionadas por maleza, un depósito de agua roto, pintadas, residuos arrojados contra el muro de la parte de atrás, el que sostiene la avenida del Pasaje. Desde esta última es más fácil ver los restos de este paraíso perdido, pero todos pasan en coche o estacionan y se marchan corriendo.