El incendio de la conservera fuerza a María Pita a cumplir la orden judicial de derribo

X. Gago / M. rodríguez / E. Mouzo A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

EDUARDO PEREZ

El Ayuntamiento iniciará la demolición, ordenada en marzo del 2014, el próximo 4 de mayo

26 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, anunció ayer que el 4 de mayo pondrá en marcha la demolición de la antigua nave de la Toja, situada en el poblado chabolista de A Pasaxe.

El anuncio del edil se produjo después de que un incendio calcinase tres de las infraviviendas del asentamiento, en el que residen unas 132 personas, medio centenar de ellas menores de edad, en condiciones insalubres y sin acceso a servicios básicos.

De cumplirse los plazos marcados por Xiao Varela, el derribo arrancará tres años y dos meses después de que las autoridades judiciales diesen la orden.

Fue el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) el que en marzo del 2014 dictó una sentencia que decía que «hay constancia de que existe riesgo de desplome de la nave, con peligro para todos, y la necesidad de demoler se aprecia a simple vista». Pero no se hizo nada, ya que surgieron dudas sobre si la demolición debía correr a cargo del Ayuntamiento o de la inmobiliaria Altramud, que desde el 2002 es propietaria de los terrenos. El TSXG aclaró ese extremo en junio del 2015, reconociendo «la obligación del Ayuntamiento de A Coruña de proceder al desalojo temporal de los referidos ocupantes durante el tiempo en el que se lleven a cabo los trabajos de demolición de la nave litigiosa». El plazo para cumplir la orden era de 15 días, pero el Ayuntamiento continuó sin derribar los inmuebles hasta ayer, cuando anunció, unas horas después del incendio, que tiraría la nave. El titular de Rexeneración Urbana explicó que se puede dar ese paso porque el gobierno local ha encontrado una «solución habitacional estable» para los residentes afectados por la obra.

En su aclaración de junio del 2015, antes citada, el TSXG concluía que la responsabilidad de realojar de forma temporal a los afectados era del Ayuntamiento, aunque sin impedirles volver allí después. De hecho, entre los habitantes del poblado se da por hecho que regresarán a la zona en cuanto finalice la demolición.

Solución «estable» por definir

Pero Varela dijo ayer que la solución será «estable», aunque el Ayuntamiento no concretó a dónde irían los realojados, a cuántos está previsto trasladar desde la conservera y si se permitirá, o no, su regreso al poblado una vez finalizadas las obras del derribo.

Pese a no facilitar esos datos, el concejal elogió el trabajo desarrollado por los servicios municipales y destacó la «exhaustiva» labor social que pretende la «normalización e integración de las familias que residen en terrenos de la antigua conservera».

Es más, el titular de Urbanismo señaló que los trabajos para realojar a las familias ya están en marcha en la actualidad o bien están encauzados. A pesar de sus palabras, la oposición ha sido muy crítica con la política del gobierno local en materia de lucha contra el chabolismo.

Por una parte, ha denunciado la disolución del equipo que se encargó de ese trabajo durante los anteriores gobiernos, que en el mandato del bipartito PSOE-BNG logró la desaparición del asentamiento de Penamoa.

Por otra parte, la oposición ha recordado que el gobierno local contaba con una partida de 70.200 euros para la lucha contra el chabolismo en los presupuestos del 2016, de la que se han gastado solo 2.990 euros, sin que se produjese, al menos de forma oficial, ningún realojo de familias.

«Señal de salida» del poblado

Más de 30 familias viven actualmente en el poblado si bien «están empezando a salir», aseguran expertos que están trabajando con este colectivo aunque sin detallar cuántas son las reubicadas. En esta línea argumentan que se han dado los primeros pasos, «que es lo importante», y auguran que el derribo de la nave será como la señal de salida del poblado, el momento en el que los vecinos del mismo se darán cuenta de que no pueden seguir viviendo en esas condiciones.

Dichos especialistas señalan que la búsqueda de trabajo es la prioridad de la labor que llevan a cabo en una intervención multidisciplinar. La percepción de la risga y la chatarra son los principales ingresos si bien «el futuro no puede ser aspirar a heredar la risga de padres a hijos». Uno de los objetivos es profesionalizar la recogida de la chatarra.

Destacan asimismo que en estos momentos la tarea de Medio Ambiente es «importantísima», si bien la limpieza que se ha llevado a cabo en las ultimas semanas supone un 15 % de lo que puede haber. En dicha operación, que se llevó a cabo sin ningún tipo de presencia policial, se retiraron también varias chabolas que no estaban habitadas y mucho material industrial de la zona.

El gobierno local se compromete a limpiar la zona y buscar una solución definitiva

La concejala de Medio Ambiente, María García, visitó por la mañana la zona afectada por el incendio. García subrayó que el Ayuntamiento va a retirar los residuos dejados por el fuego lo antes posible, e insistió en que el gobierno local está «facendo todo para lograrlle a este xente un área habitacional digna e definitiva».

Durante las últimas semanas, el departamento que dirige García ha retirado cerca de 1.700 toneladas de material de desecho del poblado de la conservera.

Esas tareas forman parte de la primera fase de un plan que continuará durante los próximos días con la ampliación de la zona de limpieza, y el inicio de actuaciones encaminadas a la normalización de la recogida de basura, para lo que se instalarán contenedores, se repartirán ecocubos y se separarán los residuos orgánicos de los inorgánicos. Ese proceso de transición se mantendrá hasta que los residentes puedan comenzar a vivir en hogares ordinarios.