Un centro comercial en que solo dos de 102 tiendas siguen abiertas

Lo que en su día fue el centro neurálgico comercial de los Castros está muerto. En las actuales galerías hasta hubo una cooperativa (Codeco). «Abrió a principios de los setenta y fue una de las primeras grandes áreas de alimentación de la ciudad», recuerda Herminio Rodríguez Núñez, titular del bar Minín, ubicado en las escaleras que une la calle de la Merced con la avenida de Oza.

Codeco cerró, pero resistieron más de un centenar de placeras: «Chegou a haber 102 postos. Aquí había de todo, dende peixería, froitería, taller de reparación de calzado e ata un obradoiro de churros», indicó Paulo Sexto, el presidente de la Asociación de Vecinos Oza Gaiteira-Os Castros.

Pero lo que en su día se erigió como el motor económico de la zona, en la actualidad está en coma: «Tan solo está operativo un puesto, un despacho de Flores Obdulia, y de madrugada viene el churrero para cocinar la mercancía y se va a primera hora de la mañana a servir a sus clientes», recuerda Herminio Rodríguez. «Algúns dos locais están empregándose como rochos e non é normal», indicó Sexto.

¿Cuál podía ser la solución para recuperar las antiguas iniciativas privadas? El presidente vecinal cree que el Ayuntamiento «ten que poñer solución a dous problemas graves», indicó. El primero cree que consiste en «revitalizar o motor e a área económica do barrio». Dice Sexto que la solución pasa por «alcanzar acordos cos donos dos postos para que rebaixen as súas pretensións económicas para alugar ou vender as prazas», indicó.

Y pide que se ponga en marcha el diálogo, «conversas profundas», para revitalizar el área comercial. «Os convenios cos propietarios levaríanos a acadar prezos de aluguer ou venda dos postos para que se podan instalar nas galerías rapaces novos con gañas de montar o seu negocio». El presidente vecinal va más allá, y le pregunta al alcalde, a Xulio Ferreiro, «¿por que non promociona estes centos de postos para que as asociacións veciñais e culturais podan desenvolver as súas actividades».

Temor

Pero ¿por qué dejaron de funcionar las galerías comerciales de los Castros? Los vecinos lo tienen claro: «El abandono del pasadizo entre la calle de La Merced y la avenida de Oza, sin luz, con gente durmiendo en el interior, con celebraciones de botellones... hizo que todo esto se acabase, desde los locales comerciales hasta considerarlo un vial que nos pueda unir con la ciudad», dijo Manuel.

¿Y cuál sería la solución para revitalizar esta área comercial? Coincide el vecindario al señalar que se debe de iluminar mejor el pasadizo, «y es necesario dotar de una escalera mecánica para sortear unos cien escalones».

Mientras, los vecinos evitan el pasadizo por la calle Juan Montes y por la avenida da Concordia. «Es una situación ilógica no habilitar, donde se encuentran la actividad comercial, económica y social. No lo entendemos, esto es algo irreal», comentan.

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