Coruñés, elige en qué bando estás

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA CIUDAD

06 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En A Coruña se forman dos bandos para todo. Somos muy de tomar partido. Por eso nos pasamos la vida eligiendo. Desde que nacemos, que si venimos al mundo en el Materno o en el Belén, hasta que nos vamos al otro barrio, pegando un portazo, claro, porque con un coruñés no se acaba tan fácilmente. Pero hasta para eso hay que decidir de qué lado caes. Pompas o Servisa. San Amaro o Feáns. No hay tregua para el nativo dubitativo.

Y, entre medias, hay que escoger de quién eres. De Bonilla o del Timón. De Riazor o del Orzán. De Méndez Núñez o de la plaza de Vigo. Del Dominicos o del Liceo. De Marineda o de Cuatro Caminos. De barra o de terraza. De la tortilla de la Bombilla o del Rodas. De cole público o de concertado. Del Masculino o del Femenino. De Jesuitas o de la Compañía. De María Pita o de Drake (sí, hay quien sostiene que nos habría ido mucho mejor siendo ingleses). De Mera o de Perbes. Del Playa o del Pelícano. Del Chuac o del Modelo. De la Solana o del Club del Mar. Del Riojano o de Casa Cuenca. De Fernando Rey o de Cañita Brava. De Luis Suárez o de Fran. De Arsenio o de Irureta. De bus o de coche. De Arenas o de la Fnac. De caña o de tercio. De doble fila o de párking subterráneo. De Tribuna o de Preferencia. De la empanada del Rozas o de Casa Saqués. Del Faluya o del Manhattan. De moreno implacable o de rostro pálido. De jersey rosa por los hombros o de chupa de cuero. De boda en la Colegiata o en el salón de plenos. Del globo de Betanzos o de la sardiñada de Sada. De pendientes de perlas o de pirsin en la lengua. De la Barrera o de la Franja. Del Club Torre o del Orillamar S. D. Del paseo marítimo o de los Cantones. De la taza de A Cunquiña o del Ribeiro del Sanín. De Sabón o de Pocomaco. De los cines de Los Rosales o de Palexco. De la Ciudad Vieja o de Matogrande. De running o de after.

En esta ciudad somos tan de formar dos bandos para todo que hasta seguimos discutiendo por dilemas que ya no existen, o que al menos no existen del todo. Porque todavía hay quien discute si Portobello -que aún está ahí, en la rúa Ciega- o si Bambuco, que dónde van Bambuco y sus vinilos. Si el Avenida o el Equitativa. Si Casa Enrique o el Compostelano. Si los calamares del Otero o los de la plaza de Ourense.

Aquí, puestos a polemizar, no nos ponemos de acuerdo ni sobre cómo nos llamamos, porque hay coruñeses de A Coruña y coruñeses de La Coruña, aunque luego, la verdad, todos decimos Coruña y listo.

Nos pasamos, en fin, la vida escogiendo. Pero en el fondo somos un poco la suma de todo esto, aunque sea a regañadientes. Y más allá de matices y discrepancias, en las cosas trascendentes, lo tenemos claro. Porque casi todos leemos el mismo periódico, amamos al mismo equipo y bebemos la misma cerveza. Qué importa el resto.