Llega el gin tonic sin alcohol

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

AQUÍ SÍ QUE HAY BARRA LIBRE no por cantidad sino por graduación. Llega la tendencia que más cuida de ti, de tu carné de conducir y de tu no resaca del día siguiente.

10 jun 2017 . Actualizado a las 05:10 h.

Puedo garantizar que después de haber probado todas las bebidas que aparecen en esta página estoy en condiciones óptimas de continuar escribiendo. Es más, nada más salir del local cogí el coche y si me hubieran parado, que no fue el caso, habría dado 0,0. A no ser que el Colacao incremente la cifra, que a priori y sin droja de por medio no parece probable. Y podría beber y beber... porque la última tendencia sobre la barra es ¡el gin tonic sin alcohol! Se acabaron los positivos en las carreteras, el «no bajo que estoy tomando antibióticos» o «ponme un agua que estoy embarazada». Sospecho que este copazo, que ya se puede pedir en el Fika, en A Coruña, será una de las sensaciones este verano.

No lleva ginebra, pero sí su esencia gracias a un sirope que imita su sabor. Y doy fe de que lo han conseguido, y eso que no soy fan de este tipo de bebida. «Llevamos un tiempo haciendo pruebas con el sirope, pero ya lo tenemos. Lo conseguimos gracias a los botánicos que están presentes en las ginebras, enebro, que es el que predomina y cardamomo, té de clavo y jengibre y la piel del limón y la naranja», explica Suso Míguez, jefe de coctelería.

Como muy bien cuenta Suso, las ginebras que se utilizan en los gin tonics tienen que contener un 50 % de enebro por ley para mantener el estatus de London Gin, por lo que imitar su sabor era el principal reto. «El 70-80 por ciento de un gin tonic es tónica, y con este sirope en el que conseguimos imitar el sabor de la ginebra sin el contenido alcohólico, la ilusión se mantiene al cien por cien», comenta. Pongo la mano en el fuego que a más de uno hasta se le subirá a la cabeza.

El resto de la receta es de interés público: un toque de lima o limón y tónica. Servido en copa de balón nada hace presagiar que aquí sí te están dando gato por libre. Solo habrá una pista, cuando dentro de unos días lo incluyan en la nueva carta de cócteles que están preparando y aparezca dentro del apartado «¿Te gusta conducir?» Pero si eres de los que ni te fijas en el papel, y directamente negocias la consumición con el personal puede que ni te des cuenta.

VIDA MÁS ALLÁ DEL GIN

Si aún así esquivas el sabor de la ginebra, tranquilo que puedes seguir dándole al drinking sin que se te suba nada. El mojito de té verde es una de las alternativas que mejor funciona, en la barra y en la boca. Fresquito, con un toque a menta, y con limón y azúcar que potencian el sabor del té, es perfecto para una noche de verano gracias a su estilo frozen (granizado). Si lo que te va es lo dulzón, ya estás tardando en probar el mojito de frutos rojos. Y si te cuesta salir de tu zona de confort, don´t worry, siempre hay dos clásicos que nunca fallan: el Ginger Punch (una versión del típico ginger-ale) y el San Francisco.

Lo mejor de todo. Que tampoco hay resaca. Es un secreto, de esto puedes beber hasta perder el control.