Ferreiro alega que gobernar en minoría le obligó a nombrar más altos cargos

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

Considera logrado el ahorro en sueldos a pesar de que se ha quedado a la mitad

12 jul 2017 . Actualizado a las 10:37 h.

El gobierno de A Coruña nombró a finales de junio su noveno director de área. Se trata de cargos de alto nivel responsables de coordinar a los funcionarios de uno o más departamentos. Cada uno de ellos percibe alrededor de 60.000 euros brutos anuales.

Con ese noveno director, el ejecutivo que dirige Xulio Ferreiro alcanzó el máximo que permite la plantilla municipal, y superó al anterior gobierno del PP, que pasó parte del mandato previo con ocho directores de área en activo.

El nombramiento de esos cargos entra en conflicto con el programa electoral de la Marea, en el que se limitaba el sueldo de los cargos políticos y de confianza a un máximo de 40.000 euros brutos anuales. Además se habían comprometido a reducirlo en un millón de euros al año, pero el ahorro real es ahora de 505.000 euros, la mitad de lo previsto.

Sin embargo, el alcalde considera que han «conseguido a medida», alcanzando una «rebaixa substancial» del gasto en sueldos.

Ferreiro explicó que se consideró necesario reforzar -con el nombramiento de directores de área- «Infraestruturas ou Mobilidade» con el objetivo de mejorar los plazos de ejecución de las obras públicas, ya que «aprobando os orzamentos como os aprobamos, sempre lamentablemente non no momento que nos gustaría, pois requiren de meterlle gasolina para poder executar».

Durante los dos primeros años de mandato, el gobierno local aprobó los presupuestos en el mes de mayo, con un notable retraso, ya que según la normativa deben entrar en vigor el 1 de enero, lo que obliga a obtener el visto bueno del pleno a mediados de diciembre. Ese retraso lastró el gasto público durante todo el año pasado, en el que se registraron los niveles más bajos de inversión municipal de la última década. El problema amenaza con repetirse en este ejercicio, ya que el gobierno local, a pesar de recurrir a una cuestión de confianza, solo logró el visto bueno a las cuentas a inicios de mayo, unos días antes que en el 2016.

En ambos años, el equipo de Ferreiro, que con 10 concejales de 27 está en minoría, llevó las cuentas a pleno sin un acuerdo con los demás partidos que le garantizase un respaldo mayoritario del pleno. Este año, tras semanas de negociaciones, dio por roto el pacto que había alcanzado con el PSOE para sacarlas adelante, optando por recurrir a una cuestión de confianza que sabía perdida de antemano, y que los retrasó durante más de un mes.

A pesar de que las dificultades para aprobar las cuentas -a las que el alcalde atribuyó la baja inversión- son políticas, el alcalde insistió en que están «satisfeitos» con el resultado obtenido de fichar cargos directivos. Ante las críticas de la oposición a ese respecto, el regidor señaló que «ao final sempre te van a criticar por unha cousa ou pola contraria», e insistió en que deben «ter un equilibrio entre o cumprimento das liñas xerais do programa -el ahorro en salarios- e o cumprimento dos obxectivos de xestión -la inversión pública-», y aseguró que han alcanzado ese equilibrio. El PP, de forma irónica, se mostró de acuerdo con Ferreiro en que ese equilibrio existe, ya que en su opinión el gobierno local «está incumpliendo» ambas cosas.

El alcalde asegura que los directores de área nombrados por el gobierno no son cargos políticos

Xulio Ferreiro aseguró ayer que los directores de área no son «persoal de confianza nin persoal político», sino que los calificó de «funcionarios» que están «traballando para mellorar as áreas de xestión do Concello».

Su función, según la FEMP es culminar «la organización administrativa dentro de cada una de las grandes áreas o concejalías», de forma que responden directamente ante el alcalde o los ediles que conforman el gobierno.

Deben ser funcionarios, pero no acceden al puesto a través de ninguna oposición o prueba similar, sino que son nombrados decisión de la junta de gobierno local, sin necesidad ni de pasar por el pleno. De hecho, la junta de gobierno local también puede revocar esos nombramientos.

Así, el gobierno local de A Coruña solo mantiene a dos de los ocho directores de área que nombraron sus predecesores del PP, que también purgaron al equipo que habían heredado de sus antecesores del PSOE y el BNG.

Al contrario que los directores de área, los asesores no tienen que ser funcionarios, y su número está limitado: en una corporación municipal del tamaño de la de A Coruña, pueden ser nombrados uno por concejal.