Detenida por lanzar a una enfermera sus análisis de orina en el ambulatorio de Matogrande

Molesta porque no le quisieron recibir las analíticas, pues no estaban identificadas, gritó, amenazó y, peor aún, lanzó las muestras a la cabeza de la enfermera, abriéndose uno de los botes. Se llamó a la policía y los agentes se la llevaron detenida por un supuesto delito de atentado.

Sucedió en el centro de salud de Matogrande y la arrestada era una usuaria más. Tenía cita a primera hora de la mañana para entregar dos muestras de orina para su análisis y se presentó puntual. Cuando se las entregó a una enfermera, esta le comunicó que no se las podía recoger, pues los botes no estaban identificados. Entonces, la paciente comenzó a proferir gritos y amenazas contra la sanitaria del servicio.

Según el relato policial, llegó a arrojarle los dos botes a la cabeza, «derramándose el contenido de uno de ellos». La presunta autora de los hechos, de 23 años, que aún se encontraba en el centro cuando llegó el 092, al ser requerida por la dotación policial, profirió de nuevo amenazas de muerte contra la víctima. Por ello, «en atención a la protección jurídica del personal sanitario», según destaca la Policía Local, detuvieron a la joven y le informaron de los motivos y de sus derechos legales.

No es la primera vez que una profesional del ambulatorio de Matogrande sufre una agresión por parte de una paciente. Recientemente, una mujer fue condenada por agredir a una médica. Los hechos ocurrieron el 24 de diciembre del 2015. La procesada se presentó en el centro y se dirigió a una doctora a quien le exigió que le dispensase una receta. La doctora le explicó que eso no era una cuestión de urgencia. En respuesta, la ahora condenada a seis meses de prisión por un delito de atentado, la agarró por el pecho y le dio dos puñetazos en el hombro.

Agresión machista

Por otra parte, un hombre de 37 años fue detenido por la Policía Local por haber golpeado y mordido supuestamente a su pareja en una mejilla. Fue el lunes a las dos de la tarde y ocurrió en los Mallos. La víctima explicó que su pareja, allí presente, le había mordido la mejilla derecha y la había golpeado por todo el cuerpo. Los agentes constataron que tenía marcas y procedieron a la detención. El hombre, entonces, gritó: «No me hagas esto que me meten preso».

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