David Alba: «En el 94, de noche, esto parecía una cueva, no había ni farolas»

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

Presidió la asociación de vecinos y luchó por conseguir la pasarela sobre San Cristóbal y más servicios

10 nov 2019 . Actualizado a las 12:58 h.

Cuando David Alba llegó a Matogrande allí mandaban los obreros, las grúas y las excavadoras. En abril de 1994 entró a vivir en uno de los dos únicos edificios rematados, fue de los primeros. Pronto se puso al frente de la asociación vecinal -lo dejó hace años- para tratar de impulsar el desarrollo de una zona de la ciudad que vio crecer desde cero.

-¿Cómo se vivía aquí cuando usted llegó?

-En 1994 solo había dos edificios, el 1 y el 5, junto a Alfonso Molina. De noche esto parecía una cueva, porque no había ni alumbrado público.

-¿Intuía que el barrio iba a acabar como está ahora?

-Los primeros que llegamos allí no sabíamos qué rumbo iba a tomar, qué tipo de negocios iba a haber. Al principio, convivir con la construcción resultó incómodo, pero al final Matogrande terminó siendo un barrio agradable, que hoy sigue siéndolo.

-¿Qué costó más conseguir?

-Al principio no había pasarela sobre San Cristóbal y la gente cruzaba la avenida para ir al Carrefour, que entonces se llamaba Continente, y volvía cargada con bolsas cruzando otra vez. Hubo algún accidente. Recorrí el barrio con Francisco Vázquez y se lo pedí, se portó muy bien y la pasarela se hizo.

-Ahora abundan los servicios, pero al principio la cosa no era igual.

-Es que ni las calles tenían nombre, solo un número. Al final se le puso a todas juntas. Aquí luchamos mucho por tener un supermercado, porque al principio tampoco lo había. Al final lo conseguimos.

-Lo que no se solucionó fue el problema del aparcamiento.

-Estaba previsto otro párking, pero se paralizó la obra por una denuncia y cuando se retomó, tres años después, ya se hizo algo más pequeño. En la asociación hicimos una campaña contra la doble fila y algo mejoró. Fueron muchos años de continuo bregar.

-¿Qué falta por hacer?

-En general yo estoy contento, sigue siendo un buen barrio para vivir, cómodo, de clase media. Hoy es una parte de la ciudad muy activa, con una vida tremenda. La gente se queja de que hacen falta más zonas verdes.