Alba Meijide, coruñesa experta en Inteligencia Artificial: «Hay muchos bulos sobre la IA, parece que vivimos en "Terminator"»

Licenciada en Inteligencia Artificial por la Universidad de Mánchester, donde completó sus estudios con un máster, Alba Meijide (A Coruña, 2000), ofrecerá este miércoles a las 19.30 horas en la Domus una charla promovida por la Fundación CorBI, bajo el título «Conviviendo con la IA». La joven, que comenzó su trayectoria profesional en el congreso Mundos Digitales, y que trabaja como consultora y diseñadora de proyectos basados en la IA, hablará de la materia con un lenguaje accesible.

—¿Qué puede adelantar?

—Quiero ir un paso más allá de lo que la gente está acostumbrada a oír. Todos hablamos de ChatGPT, pero quiero hablar de aplicaciones reales, que están detrás de algunas actividades o contenidos que consumimos, por ejemplo, en medicina, en moda o en deporte. Algunas son sorprendentes y llaman mucho la atención porque representan posibilidades infinitas, pero no son tan famosas.

«No se me ocurre un trabajo tan mecánico como para que pueda ser automatizado del todo»

—Considera que entender el impacto de la IA es un factor clave para llegar a una convivencia adecuada, ¿cómo debe gestionarse?

—El objetivo final de la charla es transmitir conocimiento porque, efectivamente, la mejor forma de convivir con la IA es conocerla bien, saber qué se está aplicando. Si la mantenemos en una caja negra donde no sabemos en dónde se aplica va a ser muy difícil a nivel sociedad formar una opinión y decidir dónde queremos usarla. No hay opiniones erróneas, pero el miedo se trata con conocimiento.

—Habla de miedo, ¿cree que hay temor al avance de la IA?

—Creo que ahora se habla mucho de la IA, está como de moda, por decirlo de alguna forma. Entonces, para una persona que nada tiene que ver con el sector es difícil distinguir y saber lo que se está haciendo realmente. Hay mucho humo sobre el asunto. No es malo tener miedo o que no nos gusten ciertas cosas, por ejemplo, sobre las armas autónomas es lícito que haya gente en contra. Pero para saber si el miedo es real hay que conocer y saber las posibilidades reales de la IA.

—¿Qué bulos son frecuentes?

—En general se escucha hablar de la IA de modo catastrófico. Como que vamos a ser sustituidos todos. A veces, incluso se coge un sistema IA y se exagera, de forma que parece que vivimos en Terminator, y no es real. No estamos en ese estado. Es cierto que si regulamos ahora esta tecnología, nos ahorraremos ciertos problemas en el futuro.

—¿Es clave su regulación para la convivencia?

—Sí. Encontrar una fórmula para regular a nivel ético y social su implantación es uno de los aspectos más importantes. Es un desafío.

«Si regulamos la IA ahora, nos ahorraremos ciertos problemas en el futuro»

—¿Hay algún sector más proclive a ser automatizado por la IA?

—Yo defiendo la IA como automatizadora de tareas repetitivas, mecánicas, pero que siempre necesitan la supervisión de un ser humano. En medicina, una herramienta de IA puede dar la alerta de que algo va mal, pero es el médico el que lo corrobora. En deporte, puede servir para analizar mucho datos, pero al final, son las personas las que actúan en consecuencia. Por tanto, no se me ocurre un trabajo tan repetitivo o tan mecánico como para que sea automatizado del todo. Decían que debido a la implantación de la IA en el Photoshop todo el mundo iba a poder ser fotógrafo, pero nada que ver. Lo que ha conllevado es que tareas que antes llevaban mucho tiempo se hayan agilizado. Agilizar es la palabra clave, la IA nos permite acelerar esos trabajos y centrarnos en la parte más cognitiva.

—¿Está la sociedad preparada para su rápido avance?

—Creo que sí. No aprovechar las oportunidades que nos ofrece sería un error, pero eso va de la mano de explorar los riesgos. Si se hace de forma responsable, siendo conscientes de las bondades y retos, creo que estamos preparados.

—Estuvo a cargo de la exposición AI: More than Human en A Coruña. ¿Qué balance hace?

—Supercontenta. Tuvo muy buena acogida. Además, notamos un aumento importante en las visitas tras anunciarse que A Coruña será la sede de la Aesia. Se agotaron las entradas incluso con semanas de antelación.  Ese impulso vino motivado de gente que pensó: "Si esto viene a A Coruña, quiero saber más".

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