Artistas y científicos se unen en el CICA de A Coruña: «Nos alimentamos unos a otros»

Ana González Núñez
Ana González A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

La ceramista Verónica Moar, en el laboratorio de UDCSólidos, con los investigadores Pedro Dafonte y Ángel Ferradanes.
La ceramista Verónica Moar, en el laboratorio de UDCSólidos, con los investigadores Pedro Dafonte y Ángel Ferradanes. ANGEL MANSO

Los laboratorios se han convertido en talleres en un programa que culminará en abril con una exposición itinerante

18 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Querría un puñado de científicos acoger a artistas en sus laboratorios para ser la inspiración de sus obras? No solo es que la respuesta sea afirmativa, sino que en el Centro Interdisciplinar de Química y Biología (CICA) de la UDC sobraron grupos de investigadores que deseaban trabajar con un creador. Así es la calurosa acogida que tiene el proyecto CICA Gallery, un programa de residencias artísticas que busca el desarrollo simultáneo de los investigadores y de los cinco artistas de diferentes disciplinas agraciados: Cillas Rodríguez, Verónica Moar, Inés Rodríguez, Irene Sáenz y Breogán Torres.

La divulgadora científica Débora García Bello es la comisaria del proyecto.
La divulgadora científica Débora García Bello es la comisaria del proyecto. ANGEL MANSO

La divulgadora científica Débora García Bello, encargada del comisariado de la iniciativa que culminará con una exposición itinerante, anuncia que «la primera parada, a finales de abril, va a ser en la Fundación Didac, en Santiago», donde expondrán las diez obras, dos de cada artista, y también el proceso de trabajo, con los diarios de laboratorio en los que explican sus pruebas y errores. «Necesitamos mucha divulgación científica, pero también de arte», remarca la doctora, quien considera que ambas materias tienen muchas cosas en común, como que son grandes desconocidas para la sociedad general, pero «el arte genera rechazo y la ciencia admiración». Su pasión es por ambas y por eso no dudó en involucrarse en esta experiencia ideada «con la convicción de que mezclar formas de conocimiento es lo que acelera el futuro».

Irene Rodríguez es diseñadora textil.
Irene Rodríguez es diseñadora textil.

Esa mezcla se percibe con naturalidad al entrar en el laboratorio del grupo Nanoself, donde la diseñadora textil Inés Rodríguez trabaja con tanta soltura como lo hace en su taller de Allariz. Desde febrero cambió sus telares por probetas, en las que combina materiales para crear dos tapices, uno teñido con oro y otro con grafeno, con el fin de mostrar «una contraposición, como lo que ocurre con el arte y la ciencia». «Una tiene que ver con la parte humana más elevada y la otra, con el conocimiento más terrenal y tangible», explica. Uno de los obstáculos que tuvo es la escala, porque obtiene cantidades muy pequeñas de estas sustancias nuevas para ella, cuando está acostumbrada a elaborar grandes piezas en un telar.

Inés Rodríguez, Verónica Moar, Breogán Torres, Irene Sáenz y Cillas Rodríguez.
Inés Rodríguez, Verónica Moar, Breogán Torres, Irene Sáenz y Cillas Rodríguez.

También tuvo que salvar algún inconveniente la artista visual Cillas Rodríguez, que comparte su experiencia con el grupo Exprela. Una de sus líneas de investigación es la microbiota intestinal, un mundo que fascinó a la coruñesa. «El intestino es nuestro segundo cerebro. Las bacterias que están ahí influyen en las tomas de decisiones», indica Cillas, que quiere crear una obra viva: un papel del que se alimenten bacterias y hongos inocuos. Lo que no sabía es que los folios están procesados con antifúngicos, por lo que está preparando ella misma papel con paja de trigo, aprovechando que una investigadora también la está usando. Y es que lo que hará su obra es lo que pasa en los laboratorios. «Nos alimentamos el uno al otro. Artistas a científicos y viceversa», sostiene.

La curiosidad, una conexión

Lo mismo considera la ceramista Verónica Moar, quien escogió al equipo de UDCSólidos para experimentar con materiales y en solo una semana le dio una idea nueva a un investigador para su tesis. Mientras, ella trata de dar con la forma de hablar del proceso de la cerámica usando otros materiales y transmitir la idea de «una ausencia presente». Para ello usa perovskita, un mineral que «se adhiere a la superficie y crea como una capa superficial sobre la pieza. No es cerámica pero lo parece», detalla, sin saber con precisión cuál será el resultado. Eso lo está investigando. «Hay muchos puntos de conexión entre el proceso creativo y el de investigación científica: la búsqueda, la curiosidad...», considera.

La ferrolana Irene Sáenz es fotógrafa y cineasta.
La ferrolana Irene Sáenz es fotógrafa y cineasta.

Ese interés por el conocimiento también está despierto en la fotógrafa y cineasta ferrolana Irene Sáenz, quien busca hacer «prácticas de fotografía sin cámara, que sean más sostenibles y más respetuosas con el medio ambiente que el revelado tradicional». Lo hace con extracciones de muestras del suelo y el agua de un entorno muy especial para ella, el de su casa de la infancia en Doniños, y las aplica a la fotografía, gracias a la ayuda del grupo Aquaterra, que hace estudios del suelo y los recursos hídricos.

Breogán Torres (Xague) es escultor y artista multidisciplinar.
Breogán Torres (Xague) es escultor y artista multidisciplinar.

También se relaciona con el medio natural el artista multidisciplinar Breogán Torres, quien trabaja con Biocost. Tiene tres obras en proceso: una sobre la relación de las algas con el medio en A Illa de Arousa; otra relacionada con la forma en la que se tratan las algas en el laboratorio y una mezcla de agua con fitoplancton y hormigón. «Na Illa os científicos adáptanse ás mareas para sacar fotos ás algas e no laboratorio ás veces hai que dobralas, o que fai cambios de color que son unha mostra de violencia entre comiñas que hai que facer sobre elas para que encaixen nun estándar». Al vigués le interesa este contraste y lo plasmará en unas obras que combinará diferentes expresiones artísticas.

50.000 euros

El proyecto CICA Gallery tiene un presupuesto de 53.000 euros, cofinanciado por el centro y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt). Fue idea del anterior responsable de comunicación del CICA, Óscar Huertas, y al director, Jaime Rodríguez, le pareció «una iniciativa fantástica». «Es normalizar la ciencia con gente que tiene un punto de vista diferente», remarca. Ahora está peleando para poder volver a tener el programa el año que viene.